Hoy continúa una Liguilla que entre semana empezó a medias.
Al jugarse sábado y domingo los partidos de vuelta de los Cuartos de Final, quedarán definidos los cuatro semifinalistas que irán en pos de un título de campeón que sigue estando al alcance de cualquiera.
En la cancha del Estadio Azteca, esta tarde se verá si el América es capaz de entender cómo deben jugarse los partidos cruciales, como sí lo entendieron los Pumas en el enfrentamiento del miércoles pasado para así ponerse en ventaja.
Después, en la noche, veremos si en su cancha del Estadio Universitario los Tigres confirman ante el Pachuca su condición de claros favoritos, como no lograron confirmarlo en territorio tuzo por asumir una postura demasiado especuladora.
Mañana sabremos si el consistente Toluca vence en el Nemesio Díez a unos peligrosos Jaguares que no consiguieron vencerlo en su cancha, y si el encarrerado Atlas redondea en el Estadio Jalisco la tarea iniciada el jueves en el Tecnológico, ante un Monterrey que sigue sin funcionar, pero que ahora sí contará con el jugador que tantos partidos les ha rescatado a pesar de ese mal funcionamiento colectivo.
Al margen de cuáles sean los cuatro equipos que avancen a la penúltima instancia del torneo (¿Tigres, Atlas, Toluca y Pumas?), esperemos que en términos generales lo hagan con mejor futbol en estos partidos de vuelta que el exhibido en los de ida.
Porque la exigencia primordial en una Fase Final debe ser la de jugar por encima del nivel promedio manifestado en la Fase Regular del torneo, algo con lo que quizá solamente los Pumas cumplieron en los primeros 90 minutos.
Llegar a la Liguilla y en ella jugar por abajo de lo antes mostrado, es no entender cómo se juega o debe jugarse en este peculiar futbol mexicano si se quiere ganar un título.
De poco sirve pelear por los primeros sitios durante 17 jornadas, si a los posibles seis partidos de la Fase Final no se llega en el nivel óptimo, como evidentemente no llegaron algunos de los actuales contendientes.
Por eso, entre los que no juegan como deberían hacerlo y los que apenas hacen lo que pueden sin poder mucho, en el inicio de esta Liguilla no hemos visto en equipo alguno esos argumentos futbolísticos que se esperan de un verdadero aspirante a campeón.
Cualquiera que sea ese próximo campeón todavía escondido, ya es hora de asomarse con un futbol que le permita encaminarse a la obtención de la corona.
A ver cuál es, y si hoy o mañana sale de su escondite.
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