Señoras y señores, tanto hablar, tanto alabar al América, tantas tonterías se dijeron de que era el superlíder, el equipo con más puntos, el de más goles, el de más partidos ganados, el que mejor jugaba, el equipo del momento, espectacular; en pocas palabras, el mejor equipo de México.
Y ese América decepcionó terriblemente Ciudad Universitaria. Timorato, miedoso, mediocre, carente de ideas, sin capacidad para desequilibrar.
Con un técnico sumamente violento, que no hizo absolutamente nada. Pensaba más en su equipo, el Huracán ganando la Copa en Argentina, que en su partido de América ante Pumas.
Tiene equipo, ha gastado, ha invertido, querrá seguir gastando y ganando bien porque el América paga bien, tiene dinero, lo maneja y es dueño en su totalidad, y si no, ahí está el resultado de la Liguilla absolutamente para la empresa que maneja al futbol.
Pero bueno, al final de cuentas, los Pumas, que es un equipo con una nómina mucho menor, pero que tiene más orgullo, más carácter, tienen una mejor ideología futbolística y, en general, es un equipo, que aunque no empezó bien, Memo Vázquez le dio un cambio radical.
Y le ganó bien porque fue más valiente, más audaz, porque preparó mejor el partido, y porque demostró al América que todo lo que se dice son palabras y las palabras se las lleva el viento, y así el viento se llevó totalmente al América.
Nunca apareció en el campo de juego, nunca apareció un jugador importante: Oribe Peralta, Layún, Osvaldo Martínez, Paul Aguilar, nadie; quizás Moisés Muñoz rescató al América de un par de goles más.
En cambio un chico joven de la cantera de Pumas, Eduardo Herrera marcó un excelente gol y le dio la victoria a su equipo.
Si Pumas avanza, maravilloso; si América avanza, lo más seguro es que entre los árbitros y los dueños lo lleven a la Final y al campeonato.
Así se maneja este futbol, totalmente bajo las reglas de la televisión; de esa televisión que se suponía iba a cambiar con las reformas, ha cambiado, pero para mal. Todo es mío, nada es de nadie y aquél que se interponga en el camino será desbaratado.
Qué pena, no cambian las cosas. Todo sigue igual en el futbol, en la política, las telecomunicaciones, por eso estamos como estamos.
El futbol es un deporte que la gente quiere y que ve por televisión, que intenta meterse de lleno y se cree todo lo que dicen: que tenemos una gran Selección y que el América puede ser el mejor equipo, por lo menos de México. Son puras mentiras. La realidad en la cancha suele ser otra, y lo demostró Pumas ante un América que lo minimizó.
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