Quiere renovar Cuauhtémoc Blanco se va a sentar la semana entrante con la directiva del Puebla para pactar su renovación, a la que no piensa subirle un peso porque quiere culminar el torneo y después ponerse a arreglar sus partidos de despedida.
Sin embargo, habrá que ver qué procede con la continuidad de José Luis Sánchez Solá, quien sólo logró un triunfo desde que relevó a Rubén Omar Romano en la Fecha 8.
Me cuentan que la directiva va a analizar a otros candidatos que varios promotores "amablemente" les han hecho llegar porque el trabajo del "Chelís" no convence.
Dicen que incluso Sánchez Sola ya tenía una lista de candidatos para reforzar al plantel, pero ahora va a tener que esperar porque si alguien está más firme que él para renovar, ese es el "Temo" y su permanencia está en veremos.
Clases de historia No sé si estar un torneo en la banca no sirvió mucho al argentino Francisco Dutari para estudiar un poquillo de historia del club que le paga puntualmente su quincena porque a la hora de guardarle respeto a los ex jugadores del club, nomás no.
Y es que segundos antes de que iniciara el duelo de ayer ante Rayados, el sonido local pidió un minuto de aplausos a la memoria de Hugo Sánchez Portugal, quien falleció el 8 de noviembre.
En el campo, tres de los auriazules que comenzaron a aplaudir compartieron vestidor con el hijo del "Pentapichichi" en 2004 y rindieron la ofrenda con todo respeto al igual que los otros 7 que no conocieron a Huguito... excepto Dutari, quien se puso a estirar las piernas lanzando patadas al aire y hasta le gritó a Luis Fuentes, quien estaba hincado en el césped.
Ahora que viene Navidad y si usted quiere darle un regalo constructivo a Dutari, ¿qué tal que un librito de historia de Pumas? a ver si así la respeta un poco... Aunque para lo que demostró con un partido y unos minutitos en todo el torneo, igual no hace falta...
Cuestión de respeto El sábado vi los polos opuestos cuando de anotarle a tu ex equipo se trata.
Por la tarde en Barcelona, Ivan Rakitic le marcó al Sevilla en la goleada 5-1 en el Camp Nou. Tras su anotación, el croata caminó un poco, se quedó parado y se llevó las manos a la cara como diciendo "oh, Dios, ¿qué hice?" y volvió sin hacer aspavientos, guardándole así respeto al club que lo propulsó a estar hoy en el Barsa.
Al caer la noche en el Estadio Azteca, Juan Carlos Medina vacunó al América y arrancó a festejar como si hubiera metido el gol de la coronación, gritando a todo pulmón por el medio campo de la que fue su casa durante los últimos 3 años antes de irse al Atlas, en algo que me hace suponer que respeto es lo último que le guarda el "Negrito" al América.
san.cadilla@reforma.com |