Para un gran respiro de Bernie Ecclestone, la FIA y los responsables de nuestro deporte, el piloto que merecía ser campeón lo fue, y qué mejor manera de hacerlo que ganando la carrera final de forma autoritaria siempre al frente.
Hubiera sido una injusticia que triunfando en 11 Grandes Premios perdiera el título ante su compañero, quien logró cinco victorias.
De seguro, la presión fue mayor con Mercedes que con Hamilton o Rosberg por proporcionarles dos autos iguales y confiables para dejar a Lewis y Nico a pelear entre ellos. Por desgracia, el ERS de Rosberg se rompió y empezó a perder segundo tras segundo.
Hamilton casi ganó el campeonato desde su arranque y después todo le salió al 100 por ciento, era su día y ni el mejor de los Rosberg hubiera podido hacer algo, así que todo se resolvió de la mejor manera y fue un día triunfal para la F1 en uno de sus años más críticos y polémicos que ha tenido.
Quién iba a decir que 10 meses después de ver esta nueva ola de motores híbridos, que con dificultad podían dar tres vueltas seguidas en las primeras pruebas, llegaron a tener un grandísimo nivel de confiabilidad. Hemos visto un poco de todo: cambio de reglas, pérdida del clásico ruido de la F1, batallas rueda a rueda, un Bernie Ecclestone que cambia de ideas constantemente, dos equipos que tiran la toalla y dos divorcios importantes, Alonso-Ferrari y Vettel-Red Bull.
Aun si la pista de Yas Marina no es una clásica, sino demasiado superficial y con pocas oportunidades para rebasar, la carrera de ayer fue interesante y nos divertimos viendo varios piques con tantos pilotos que quieren y necesitan impresionar a sus equipos o para su futuro, el que no todos lo tienen claro.
Leímos con mucho gusto y tranquilidad que finalmente Sergio Pérez fue confirmado para 2015 con Force India, y a juzgar por las palabras de Vijay Mallya, lo "mal" que hablamos de "Checo" en estas páginas después de su despedida de McLaren, le han servido para volverse más hombre, más piloto y más profesional. Estoy contento, porque pese a que perdí un amigo, gané un piloto.
En el caso de Esteban Gutiérrez, con el peor de los Sauber en la historia del equipo que ni un Ayrton Senna hubiera podido conseguir un punto. Una gran pena para él y el automovilismo mexicano, le deseamos la mejor de las suertes para el futuro.
Lewis Hamilton gana su segundo Campeonato Mundial en un año en el que también se convirtió en el piloto inglés con más victorias en Grandes Premios, y marcó el primer título para Mercedes Benz desde 1955, cuando Juan Manuel Fangio fue campeón.
Restan unos días más de pruebas en Abu Dhabi y después una larga espera para el inicio de la temporada 2015.
jo.ramirez@elnorte.com |
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