Para los tediosos amantes del cliché: "En un Liguilla cualquiera le gana a cualquiera", por favor, ya entierren este trilladísimo credo y también visualicen que esta posibilidad no sólo es un evento extraño o exclusivo de los "play off" mexicanos.

¿O acaso los Pumas no le ganaron al América en la jornada 7, cuando el equipo de Mohamed presumía el invicto con 16 puntos de 18 posibles, mientras que los universitarios con apenas cuatro unidades y un nuevo entrenador los vencieron en el Azteca?

¿Y qué pueden decir del colero Puebla que sacó de la Liguilla primero al León en la jornada 16 y después al Santos con un gol de Cuauhtémoc Blanco en la compensación?

Si ustedes no se han dado cuenta, a lo largo de los últimos 100 años el futbol se ha encargado de pulverizar nuestra patética obsesión por buscar diferencias.

Quienes gustan de enaltecer el marcador por arriba de lo que acontece en la cancha, seguirán engañando sus sentidos ponderando sólo un pedazo de la realidad.

¿Quién va ganar esta Liguilla? Cualquiera. Porque en México, simple y sencillamente, no hay un equipo a la vista que sea inmensamente mejor que el resto.

Aunque también debemos tomar en cuenta que de los ocho clasificados, ninguno arranca en circunstancias iguales. El trance por el que atraviesa el Monterrey, por citar un ejemplo, es muy diferente al de Tigres o Toluca.

El equipo de Barra apenas y rescató una victoria durante los últimos siete partidos. Y a excepción del juego contra el improductivo Guadalajara, en esta recta final el América les marcó 2 goles, Tigres 2, Morelia 2, Jaguares 2 y Pumas 4 contundentes anotaciones.

¿Por qué el Monterrey dosificó a Neri, Lucas Silva y Cesar Delgado?

Si después de una pretemporada de playa y cuatro meses de entrenar cinco veces por semana, aún hay jugadores no aptos para tres dobles jornadas; algo grave falló en la planeación.

Ayer quedó de manifiesto que el Monterrey tienes tres caras: competitivo, si está Dorlan Pabon; decadente, cuando sólo juegan con Suazo, Silva y Chelito, y deprimente cuando aparecen los de la banca.

A diferencia de los otros siete clasificados, los Tigres llegan con 10 partidos sin perder gracias en buena medida a la competencia interna que ahora existe por jugar.

Entre Dueñas, Torres, Pizarro, "Cacha", Lugo, Damián, Guerrón, Burbano y Hércules, el equipo ha demostrado que funciona con cualquiera de estos en la cancha.

Y por cuarta vez en los últimos ocho torneos, el equipo de la "U" suma 30 puntos o más.

PD: "Cuando te arriesgas sacrificas todo lo que puedes perder, por lo mucho que puedes ganar". Richard Branson.

Lo escrito, escrito está.

 
 
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