CALIF. 6.0 Siendo un partido arbitrable, Luis Enrique Santander demuestra un criterio muy pobre para sancionar las pocas faltas que sucedieron.
Al 38', Duvier Riascos le pega una patada por detrás y a la altura de la corva a David Toledo y ni siquiera amonesta cuando merecía la roja, sin olvidar que era la tercera infracción de las seis que cometieron los locales.
En el segundo lapso siguió en la misma tónica, inventando faltas y con una soberbia extremosa.
Si así arbitra en la Liguilla, ¡pobres equipos!
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