Colores, fiesta, pasión, goles, polémica, alegría, tensión, ésos son ingredientes que no deben faltar en un Clásico Regio y que afortunadamente estuvieron distribuidos en cada rincón de la cancha del Estadio Tecnológico durante 94 minutos.
Superaron mis expectativas.
Ese tipo de partidos se ganan con goles, no siempre el que más se equivoca pierde como tampoco el que más luce y mejor futbol genera gana.
Si los merecimientos dieran puntos, los Tigres saldrían del Tec con la bolsa llena, pero no es así.
El primer tiempo el "Chupete" no existió, Lucas Silva no se encontró, el muchacho Bernardo no sabía en qué planeta estaba y Zavala parecía estar modelando en una pasarela, cero cambios de ritmo tanto para ofender como para defender.
Con dos contenciones perdidos, Meza por derecha bailando al ritmo de Damián Álvarez, Ramos dando cátedra de lentitud en las coberturas a Severo y Joffre Guerrón pintándoles la cara al "Chispa" Velarde y Medina por el lado izquierdo, una derrota de los Rayados parecía algo inevitable.
Pero los dioses del futbol en esta ocasión tuvieron el criterio que le faltó al silbante José Antonio Pérez, quien se acobardó y no expulsó Hugo Ayala en el arranque del segundo tiempo, y fueron justos con un estadio que ha albergado años y años de una brillante historia rayada y evitaron que su despedida estuviera bañada por las lágrimas que brotan al perder un Clásico.
En un contexto general, los Tigres lucieron un futbol colectivo mucho más completo y ordenado que los Rayados, pero otra vez mostraron no saber manejar su ventaja en el marcador y tampoco cómo matar a un rival que estuvo por mucho tiempo herido de muerte.
Carlos Barra dejó a "Chelito" en la banca y metió a Neri Cardozo por derecha, no ganó en la recuperación, porque por ahí les pintaron la cara, y perdió en desequilibrio.
El ingreso del "Chelito" fue la diferencia entre perder y casi ganar.
Mientras que para los Tigres este empate debe saber muy amargo, para los dirigidos por Carlos Barra debe saber a gloria, pese a que los errores arbitrales en esta ocasión le favorecieron más a Tigres.
Al final de la edición 103 me siento feliz por atinarle al pronóstico y también por equivocarme al pensar que veríamos un juego cerrado y con pocos goles.
Me gustó el encuentro, superó mis expectativas, critico el primer tiempo del Monterrey por verse desordenado, pero nunca fueron cobardes, deportivamente hablando.
Aplaudo a Tigres por proponer un futbol acorde a la calidad que tiene su plantel, ambos deben mejorar para la Liguilla, pero ayer me divertí y espero que ustedes también, al cabo de eso se trata.
careca@elnorte.com @krek9 |