¡Se viene un incendio!
 
 
Diiiiiicen por ahí que en el próximo episodio de la novela Carlos Vela, la "diva de San Sebastián" se va a llevar una sorpresita, pues le tienen preparada una estrategia en la que exhibirán sus poses de desprecio eterno hacia la Selección Nacional ante los ojos de la afición y de la FIFA.

Resulta que todo parece indicar que sin decirle agua va como le hacían en otros tiempos por consideración a Vela, esta vez lo pondrán en la convocatoria para jugadores mexicanos que militan en el extranjero y automáticamente le enviarán así la carta a la Real Sociedad en la cual le piden al delantero para la Fecha FIFA de noviembre.

Vela pondrá entonces cara de pocos amigos, porque se mal acostumbró a que casi casi le mandaran cartitas de amor pidiéndole permiso para convocarlo y, por reglamento internacional, la Real tendría la obligación de mandar a Carlitos a la concentración del Tri, aunque él no quiera.

Si el jugador se monta en su macho de no querer acudir, entonces se verá si la Real Sociedad hace lo que se debe y obliga a su jugador a respetar el reglamento, o se vuelve su cómplice y como sucede en muuuchos casos, solapa a Vela y se inventa que se resintió de un golpe que le dieron hace 8 meses o que su perro tiene una oreja "fracturada", con tal de no acudir al llamado tricolor.

Cualquiera que sea el desenlace de este emocionante capítulo de la novela, lo único que espero es que no se convierta en el churro que muchos temen, y que por ahí nos enteremos que el "Piojo" le llamó de nuevo para suplicarle que vaya al Tri, porque eso sí sería ya el colmo.

 
 
 
Casi se les va el avión
 
 
Con su derrota ante Tigres el sábado, Cruz Azul salió de zona de clasificación y ahora tendrá que prender algunas veladoras porque necesita un cierre casi perfecto para jugar la Liguilla.

El asunto es que horas antes de pararse en el Universitario, ya pintaba mal. Cuentan que el equipo pasó las de Caín el viernes para llegar al aeropuerto debido a los bloqueos viales que organizaron los vecinos de Xochimilco en demanda de mayor seguridad en la zona.

Al enterarse de la situación, el personal de logística aceleró el itinerario, subió a los jugadores al autobús y así alcanzaron a librar la parte más fea del embrollo al tomar la ruta por Tepepan, pero de todas maneras perdieron mucho tiempo en el chistecito.

Afortunadamente, a alguien en el club se le prendió el foco y logró negociar con el personal de la aerolínea para que les recorrieran una hora el viaje a Monterrey. La misión fue todo un éxito y así la plantilla pudo llegar con toda tranquilidad al aeropuerto, comer como es debido y obtener las energías para darle batalla a Tigres y mantenerse en zona de Liguilla... ah, no, eso no. Pero no perdieron el vuelo...

 
 
san.cadilla@reforma.com