Uno más a la lista Bien dicen: haz fama y échate a dormir ¿Verdad, Tomás?
Por si le pegó o no a un aficionado el sábado en el Estadio Jalisco, es un hecho que, con el historial que tiene Tomás Boy, a más de alguno se le haría normal que el técnico del Atlas actuara de esa forma.
Un seguidor rojinegro aseguró que Boy se lo zarandeó y golpeó en pleno estadio, digo, más allá del insulto que pudo haber escuchado el timonel, el hecho es que se enganchó y gacho.
El afectado, quien responde al nombre de Luis Carlos Velázquez, interpuso una denuncia ante el Ministerio Público por lesiones. Eso sí, expertos en ese mundo legal me aseguran que el tema es muy light, por lo que Tomás no tiene nada de qué preocuparse, al menos no ante los jueces, durante un año.
Con los que sí tiene que quedar muy bien es con sus dirigentes, ¿o a poco creen que Ricardo Salinas Pliego, propietario de TV Azteca, verá con buenos ojos los zafarranchos que arma el timonel?
Habrá algunas reuniones para que el tema quede bien claro y no me sorprendería que hasta una disculpa ofrezca Tomás por su conducta.
A lo largo de su carrera, el estratega ha sido protagonista de varios capítulos que rayan en lo ridículo, en los que ha discutido con colegas, aficionados, periodistas y hasta con jugadores del otros equipos. Si no me creen, pregúntenle a José Antonio Castro, a quien se quería surtir nomás porque se arrimó a saludarlo hace un año, cuando el "Gringo" jugaba para el San Luis.
Los que conocen de cerca a Boy, y me refiero a futbolistas, afirman que uno de las mayores causas de que no haya sido campeón en el futbol mexicano es la manera en la que los trata, a tal grado de que varios han quedado muy cerca de ponérsele al tiro, sin importarles sus carreras. ¿Por qué creen que salió en su momento Lucas Ayala del Atlas?
Ese capítulo se escribió en el vestidor atlista, después de un partido, pues Ayala se enfadó y retó a golpes a Tomás, pues ya lo tenía harto de tantos reclamos con malas formas.
Este tema dará de qué hablar esta semana.
De compras El que está más que convencido de que su futuro no está con los Leones Negros es el brasileño Rodrigo Folle, quien apenas ha jugado 45 minutos en lo que va de la temporada.
Justo a la hora del partido en que los melenudos contra el Puebla, el sábado, el sudamericano, sin mucha preocupación, andaba surtiendo la despensa para su casa.
El hecho deja más que claro que Folle está muy enfadado con el técnico Alfonso Sosa, pues luego de lograr el ascenso ha pasado a estar más cepillado que caballo de Antonio Aguilar antes de salir a escena, pues ni para la Sub 20 ha sido considerado.
El defensa demuestra buena actitud en los entrenamientos, pero tal parece que a Sosa no le llena el ojo, tan es así que en el mercado del verano hasta pidió que se reforzara la lateral izquierda, algo que al final no sucedió.
Una cosa podemos concluir, a Folle no le hará falta nada en las próximas semanas, porque ¡vaya que llenó el carrito en el súper!
¿Hambre o antojo?
El viernes llegaron a toda máquina al aeropuerto los jugadores de los Rayados.
El Monterrey arribó por la tarde a la Ciudad de México para su compromiso frente al América, el sábado, y más de uno de los futbolistas del conjunto regio salió a toda prisa de la zona de llegadas.
Si bien algunos frenaron para atender a cerca de 20 aficionados, el motivo de su andar veloz no fue sólo para evitar a la prensa, sino porque antes de subir al autobús querían comprarse algo en una cafetería ubicada en la terminal aérea.
Dorlan Pabón, Humberto Suazo y Efraín Velarde terminaron por treparse al autobús con su café y un pan, que incluso ya se iban comiendo en el trayecto al estacionamiento.
El hambre que mostraron en el aeropuerto no la mostraron un día después en la cancha, pues las Águilas les endilgaron un 2-0.
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