Aquella tarde, con el marcador a nuestro favor por un gol y en el último minuto, Bonifacio Núñez señaló penal favorable para Necaxa. Hubo gran polémica. El penal fue fallado por García Aspe, inmediatamente después Don Boni decretó el final del partido. Ahí mismo, detrás la portería, en la entrada de los vestidores, aparecieron los empujones, insultos y los golpes. En mi intento por separar a los implicados, recibí un muy fuerte golpe por la espalda que auténticamente "me apagó la luz". Fui llevado al vestidor y ahí de pronto entró de prisa Bonifacio, me preguntó quien había sido el agresor y mis compañeros delataron al cobarde.
Esta es sólo una de las múltiples anécdotas que podría relatar de lo que significó, durante algunos años, la reaparición del original "Clásico" del futbol mexicano: Atlante vs Necaxa.
Todo inició durante la época amateur. "Los 11 hermanos", fundados en 1923 tras la fusión de Luz y Fuerza y Tranvías, contra los "Prietitos", aparecidos en 1916 bajo el nombre de Lusitania. Ambos equipos lograron una rivalidad sumamente pasional que tuvo su punto más álgido en 1942, con el traspaso de Horacio Casarín de Necaxa al Atlante. Hubo fuertes protestas. Los Electricistas decidieron retirarse desde 1943 hasta 1950.
Ambos equipos fueron perdiendo popularidad y, mientras Necaxa dejaba su lugar al Atlético Español por 10 años (1972-82), Atlante se debatía entre la pobreza, la incertidumbre y la frontera entre el descenso y el ascenso.
Hasta que llegó la década de los 90 y dos técnicos antagónicos encabezaron el protagonismo de estos dos equipos: La Volpe, quien gustaba de tener el balón, y Saporiti o Lapuente, quienes otorgaban la iniciativa al rival. Necaxa fue sin duda el equipo del a década, con tres títulos, Atlante logró superlideratos, liguillas y un campeonato.
La historia posterior es similar: ambos equipos tuvieron que abandonar sus sedes y emigrar a provincia debido a la falta de público. Son un gran ejemplo de nostalgia y falta de identidad bajo mucha historia.
Hoy tanto Atlante como Necaxa navegan en la mediocridad de la Liga de Ascenso, se enfrentan este fin de semana dentro de la Fecha 11 en Aguascalientes, por la posibilidad de mantener su lugar dentro de los 7 que disputarán el título. Sus planteles no intimidan a nadie y sus estadios lucen prácticamente vacíos.
Sueño con la posibilidad que estos históricos equipos compartan estadio en algún municipio conurbado al norte del Distrito Federal, donde existe mucha afición y pocas posibilidades de ver futbol de alta calidad. Mientras tanto, existe el consuelo de recordar aquellos enfrentamientos de los 90 y leer la fascinante historia del primer Clásico.
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