Mejor por tierra Cuando todo el mundo apostaba a que Ronaldinho era un hombre sin problemas ni fobias, resulta que al momento de realizar la logística para su presentación en Querétaro, nadie se enteró que al brasileño no le gusta volar en helicóptero.
Cuando ya se alistaban para trasladarlo de la Ciudad de México a la que sería su nueva casa, en cuanto se percató que lo conducían a un helipuerto, de inmediato hizo señas con la mano, sacó la mejor de sus sonrisas y dijo "no".
Por más que trataron de convencerlo, que era un helicóptero muy seguro, que era mejor para evitar el tráfico y el tiempo de traslado por carretera, no hubo poder humano que lo convenciera, es más, ni siquiera porque le decían que así llegaría rápido a descansar.
Parece que Dinho tuvo alguna mala experiencia cuando le tocó andar huyendo de los paparazzi que lo perseguían en 2006, cuando se destapó su romance con la modelo Alexandra Paressant, quien hizo candentes confesiones a un diario europeo en las que señalaba que el jugador se escapaba de las concentraciones con la Verde-Amarela para estar con ella.
Luego de que era perseguido día y noche cuando salia a pasear en su Ferrari, optó por trasladarse por los aires, pero un día hubo turbulencia y del susto que vivió, desde ahí mejor prefiere ir lento, pero seguro.
El que canta al último...
Los aficionados del América se frotaban las manos para el juego del sábado contra Cruz Azul para mostrar su nueva forma de burlarse. Hace un par de años, llevaron al Estadio Azul a una aficionada disfrazada de quinceañera y para este sábado compusieron una canción: "Chemo, decime que se siente, haber perdido la Final; te juro que el 26 de mayo, nunca lo vas a superar; Aquivaldo lo empezó, el portero lo empató y Layún con un penal nos coronó; Chemo la cagó, un minuto les faltó, sigues siendo el eterno subcampeón".
A su manera, los azulcremas narraron una de las noches más tristes en la historia de Cruz Azul, sin saber que unos minutos después ellos saldrían del Azul sin ganas de cantar ni de salir de sus casas...
¿Compañerismo?
Christian Giménez ha demostrado su clase hasta el cansancio pese a estar en la banca, pero parece que no ha contagiado a otro de sus compañeros que incluso goza de la titularidad.
A pesar de ser suplente, el "Chaco" no entra al túnel que conduce al vestidor hasta que todos los titulares se hayan metido y él les haya dado una palmada o un abrazo de aliento.
Para su mala fortuna, uno de sus amigos argentinos no ha sido recíproco. Y es que si bien es obvio que a nadie le gusta ser sustituido, Mauro Formica no ha sido muy solidario al hacerlo.
En la Fecha 6 contra Querétaro, fue muy significativo que el "Gato" prefiriera abandonar la cancha cinco metros antes de llegar al centro de la misma y apenas alzara la mano en dirección a su compañero; el sábado contra el América, salió cabizbajo y apenas rozó su mano con Giménez. Y eso que fuera de la cancha hasta asados organizan...
Sin marcha atrás Quien anda firme con sus críticas contra el arbitraje es Jesús López Chargoy, dueño del Puebla, al grado de que no lo importa que llegue una sanción económica contra su ya golpeado bolsillo.
López Chargoy aseguró que no va a retractarse de sus dichos y va a mantener su postura hacia la Comisión de Arbitraje. Dijo que no quitará el dedo del renglón hasta que se haga algo contra lo que calificó como una muy dudosa labor en los duelos de La Franja.
Ahora falta ver el trancazo que le caiga, porque eso de salirse del huacal es algo que seguro no le va a caer muy bien a Justino y a Decio.
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