Un sabio del futbol dijo alguna vez que "lo difícil no es juntar a un grupo de buenos jugadores, sino hacerlos jugar en equipo".
Hoy Chivas y América presentan realidades diametralmente opuestas y que van mucho más allá de cuestionarse si sus futbolistas son o no de élite.
Mientras más se acercan las Águilas a su rendimiento ideal, pese a la goleada de ayer, más se aleja el Rebaño de lograr un funcionamiento medianamente satisfactorio.
Hoy América tiene 26 puntos y está casi clasificado: en 12 partidos ha superado ya lo que obtuvo en el Clausura 2014 (25). Es el equipo con más goles a favor (21) y sólo 11 en contra. Mohamed ha logrado establecer su sistema de juego y quitarse el "compromiso" de jugar al estilo Miguel Herrera. La sombra de los éxitos obtenidos con la famosa línea de 5 es parte del pasado, principalmente porque el técnico ha tenido la capacidad de ubicar a Miguel Layún como volante y de contratar a Osmar Mares para cubrir la lateral izquierda. Un equipo que ha sabido cubrir la salida de Raúl Jiménez y la cuota goleadora que el hoy atacante del Atlético de Madrid garantizaba, pero sin que los delanteros necesariamente anoten.
Con un sistema 4-1-3-2 puede sacar lo mejor de sus jugadores en posiciones que a todas luces les acomodan.
Hoy Guadalajara tiene 10 puntos y si clasifica es un milagro. Sus goleadores se caracterizan por no anotar: entre De Nigris y Omar Bravo suman más de 30 horas sin celebrar un gol. De los siete goles convertidos por el equipo, tres han sido errores evidentes del rival. Bustos intentó una y otra vez convencer a sus jugadores con el sistema de 5 defensas y ante la necesidad, como en Toluca, tuvo que modificar a línea de 4, pero igualmente sin éxito.
Lesiones, suspensiones y sobre todo imprecisiones han hecho de este equipo un manojo de inseguridades... presentaciones, renuncias y sobre todo incertidumbres han hecho de esta institución tan popular y querida, un auténtico puesto de antojitos mexicanos.
No es necesariamente que América haya encontrado las contrataciones precisas y Chivas no; tampoco que América produzca buenos jugadores en fuerzas básicas y Chivas no. Ni que América cuente con directivos ejemplares en todas las áreas y Chivas no. Mucho menos cuestión de suerte. Ambos son equipos de Primera División, pero que viven realidades opuestas: uno desde el extravío y el otro desde la seguridad.
Hoy resulta muy sencillo criticar a Chivas y alabar al América. No se trata de patear al caído ni de adular al líder, es simplemente la exposición de dos realidades opuestas que tienen el mismo fin y utilizan diferentes medios.
Tanto América como Chivas han aglutinado grupos de muy buenos jugadores; hasta hoy Peláez y Mohamed han tenido la sabiduría de hacerles jugar de maravilla en equipo. Esperamos, por el bien del futbol mexicano, que Néstor de la Torre y "Chepo" comiencen a hacer lo mismo en Chivas.
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