Pedro Gustavo Jara es un sub oficial de ingeniería paraguayo que presta sus servicios a las fuerzas de paz de la ONU, es uno de los llamados "Cascos Azules". Al momento de escribir este artículo, Jara se encuentra en Haití; su misión es patrullar la ciudad, repartir víveres y medicamentos en distintos campos de refugiados junto a un pelotón de aproximadamente 100 elementos.
Más allá de su admirable labor y el inmenso grado de altruismo que se necesita para ser parte de un grupo tan selecto, Jara no tendría hoy gran reconocimiento en las redes sociales, de no ser por una fotografía publicada, en la que el oficial aparece dando de beber de su propio termo a un sediento, desnutrido y desnudo niño haitiano... algo que los "Cascos Azules" tienen prohibido hacer.
Previo al interesante duelo entre Santos y América, Pedro Caixinha, técnico de Santos, se destapó en conferencia de prensa con acusaciones hacia su rival y de paso arrastró al gremio arbitral, en un evidente intento por ayudar a su institución: "En nueve partidos, América (y que quede claro que estoy dando la cara para eso) ha sido beneficiado en siete y puedo leer una tras otra. Hay una curiosidad también, en los nueve partidos han repetido a cuatro árbitros. Sólo han tenido a seis árbitros en 10 fechas. Es algo muy extraño". A continuación enumeró puntualmente cada una de las supuestas ayudas hacia el América. Con sus declaraciones, Caixinha dejó el duelo calientito y con los ojos aún más abiertos hacia la labor arbitral, claro, pero sobre todo hacia el funcionamiento de su equipo para vencer al "desacreditado" líder de la competencia.
La noche del encuentro ante el América difícilmente pudo ser peor para Santos: fallas increíbles ofensivamente, actuación inspirada de Miguel Layún con cuatro goles y un arbitraje impecable del señor Santander. Caixinha no tuvo más que reconocer la superioridad en la conferencia de prensa, pero en las redes sociales y entre los críticos del futbol fue, sin duda, la burla de la jornada.
Está claro que no es recomendable provocar, desacreditar y acusar antes de actuar, pero más allá de ello, lo que resulta penoso es arrastrar a otros involucrados y/o afiliados en el afán de hacer el bien a la propia causa, lo que sin duda viola el Código de Ética y debe acarrear sanción.
Sí, Pedro Gustavo Jara también violó un código y un reglamento al dar de beber al niño haitiano durante su misión humanitaria... y quizá también sea sancionado. La diferencia con el técnico de Santos es que sus buenas intenciones benefician sin afectar a terceros, lo que muy probablemente Caixinha no tomó en cuenta.
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