Al suspenderse el juego Monterrey-Chivas se demuestra que los árbitros son "marionetas" del futbol mexicano, ya que no asumen la responsabilidad que les confieren las reglas para poder decidir si las condiciones del terreno están para jugarse, pues ahora están supeditados a lo que el comisario del partido, quien también recibe órdenes por medio del celular, decida.
Además, este silbante, Miguel Ángel Ayala, no aprendió de aquella mala experiencia del juego Cruz Azul-Jaguares de la Jornada 3 del Apertura 2013, cuando se fracturó Gerardo Flores, y ahora, hasta que se lesiona Hiram Mier, es como se anima a consultar con los funcionarios federativos.
Ni modo, no hay autonomía en los árbitros, pobrecitos.
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