Dulce María Rodríguez y Hillary Kimaiyo tienen dos cosas en común: ambos tienen los récords del Maratón de Lala, y los dos ganaron el Medio Maratón Atlas el domingo pasado.
Dulce María es una de las mejores corredoras de larga distancia que ha tenido México. En Lala corrió para 2h 29'00" en 2005 y un año después corrió para 2h 28' 54" en Chicago.
Por sus tiempos, Kimaiyo es el mejor africano que ha competido en los maratones mexicanos. Él dejó el récord del Maratón de Lala en 2h 08'17" en 2011.
Rodríguez ganó el 21K rojinegro con un tiempo de1h 15'33" y Kimaiyo hizo lo propio con 1h 06'19". Cronometrajes buenos, pero no tanto.
¿A qué viene éste preámbulo? A una reflexión muy sencilla: La generación de corredores élite que participa en México, mexicanos y extranjeros, no se está renovando. Con algunas excepciones, el nivel competitivo de nuestras carreras parece haberse estancado.
Para muestra dos ejemplos: Kimaiyo participó hace dos semanas en el Maratón de la Ciudad de México donde quedó en décimo lugar con un tiempo de 2h 22'58", y Dulce María, quien gano el oro en mil 500 y cinco mil metros los Juegos Centroamericanos de 2002, tiene ahora 42 años. Y nadie les pudo ganar.
Es claro que mientras la "producción" de atletas élite mexicanos va a la baja, el ingreso al país de nuevos valores africanos se ha frenado, y lo interesante es que mientras el avance de los corredores de alto rendimiento se va estancando, la participación en carreras de los atletas recreativos va a la alza.
Hace unas semanas nos cuestionábamos en este espacio: ¿Qué tanto necesita una carrera de los corredores élite? ¿En qué medida se ve favorecida la carrera por lo que invierte en la bolsa en efectivo?
¿En qué medida contribuyó lo que se invirtió en premios en efectivo en el 21K Atlas para que su cupo se llenara varias semanas antes de su fecha?
El maratón de Monterrey eliminó los premios en efectivo hace algunos años y en éste 2014 cerró su cupo de cinco mil 500 corredores con seis meses de anticipación.
Aquí la invitación a la reflexión es bien sencilla: ¿No resultará mejor invertir en los corredores recreativos lo que se destina a la bolsa en efectivo?
Recuerda que correr es salud y algo más..., mejor calidad de vida.
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