Amables aficionados: a unas horas del inicio de la temporada 95 de la NFL, salta la pregunta, ¿qué podemos esperar de ella?
En pocas palabras diría, más de lo mismo con relativamente pocos cambios.
En la AFC, aunque aparecerán nuevos contendientes como Pittsburgh y Baltimore, sólo una catástrofe mayor impediría que, de nuevo, el partido por el campeonato de la Conferencia sea entre Denver y Nueva Inglaterra.
Ambos se reforzaron de forma importante en el receso para darles a sus legendarios mariscales esa última oportunidad de conseguir otro Súper Tazón, y para esta temporada hago favoritos a los Patriotas que, al parecer, podrán disponer de una defensiva que no se les había visto desde 2003 y 2004, cuando se coronaron por última vez.
La NFC, en cambio, nos muestra un panorama mucho más complicado.
Han pasado muchos años sin ver a un conjunto con tantas posibilidades de repetir en la cima como Seattle, que tratará de revertir una tradición de 10 temporadas.
Desde que Nueva Inglaterra lo hizo en 2003 y 2004, nadie ha ganado el Súper Tazón consecutivamente y, es más, en ocho de ellos, el campeón ni siquiera calificó al Playoff el año siguiente.
Los Halcones Marinos, sin embargo, retuvieron a casi la totalidad de sus elementos y con la mejoría observada al mariscal Russell Wilson en la pretemporada, tienen que ser considerados los favoritos al momento.
Tendrán fuerte competencia.
Green Bay, Arizona, Nueva Orleans y Filadelfia se ven muy completos y estarán esperando el tropezón del líder para tomar su lugar; San Francisco, el fuerte rival de Seattle en años recientes, ha tenido un poco de infortunio del cual sufrirán para reponerse.
Iniciarán las acciones con dos y quizá tres de sus titulares a la defensiva fuera de acción: Aldon Smith y Ray McDonald suspendidos y NaVorro Bowman recuperándose de una seria lesión.
El mariscal Colin Kaepernick va a tener que colgarse la capa de héroe consiguiendo los suficientes puntos en cada juego para poder ganar.
La clave para los Empacadores y Santos será ganar su división con una marca tal que pudieran jugar en casa la postemporada. Los dos tienen una gran ventaja en sus respectivas sedes y si pueden lograr que Seattle viaje a la tundra o al Súperdomo en enero, su probabilidad de imponerse aumentaría notablemente.
Ya se sabe que Seattle casi nunca pierde en su estadio, por eso la importancia del juego inaugural mañana, resultado que encabeza los criterios de desempate.
Por ahora, hacemos una pausa...
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