El funcionamiento colectivo de los Tigres no ha sido del todo bueno dentro de la cancha... y tampoco fuera de ella.
La novela Alan Pulido, que se pensaba que podría terminar el martes en la junta convocada por la Comisión de Controversias de la FMF, lejos de arreglarse o acercase a un final feliz, se alejó más de las manos de su directiva.
Pulido no ve factible su regreso, asegura no tener contrato con los felinos y se considera agente libre.
Por su parte, Tigres, a través de su abogado Alberto Palomino, muestra documentos aparentemente contundentes.
En este duelo de oficinas, los Tigres salieron agresivos y al ataque, como me gustaría verlos en la cancha, y van goleando a un adversario que ha lanzado acusaciones, pero que defensivamente no ha mostrado nada.
En los duelos atractivos, ambos equipos asumen posturas ofensivas, atrevidas y descaradas, y mientras el equipo de Pulido no enseñe sus argumentos, si es que cuenta con alguno, el final de esta novela será como el final del Morelia 1-5 Tigres. Entre errores y autogoles, Pulido está entregando el juego.
Es tan difícil atinarle al pronóstico de este encuentro, como a los de nuestra Liga MX. En el papel, todos pensamos que ganará Tigres, pero tomando en cuenta que sólo hemos escuchado a uno de los involucrados, no debemos descartar una sorpresa.
Hasta ahora, el joven delantero se ha portado y visto muy seguro, aunque sus respuestas para las pocas y directas preguntas que se le han hecho se me hicieron muy vagas, hasta con cierto desconocimiento de lo que él mismo debería saber perfectamente bien.
Sería una gran pérdida de tiempo y una estupidez gigantesca si el muchacho puso su futuro en manos de terceros tratando de engañarse a sí mismo, sabiendo lo que él platicó y firmó con la institución felina.
El reloj no para. El minuto 90 se acerca y el árbitro pitará pronto el final de este encuentro.
Los registros en Europa se cierran este fin de mes y, como buen delantero, más le vale a Pulido anotar un gol rápido o la temporada se acabará para él y su futuro sufrirá la peor derrota de su carrera.
JORNADA 7 Cerca de la mitad del torneo, tres juegos de esta jornada 7 me llaman la atención.
El primero, por ser un Clásico nacional, donde el ordenado América buscará mantenerse invicto frente al desesperado Pumas.
El segundo, por ser un duelo casero. León y Pachuca, dos buenos equipos sirviendo al mismo amo.
El tercero, por el morbo de ver quién se quedará con los tres puntos entre Chivas y Cruz Azul, dos grandes que juegan un futbol de equipo chico.
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