La carrera de Andrés ha tenido el movimiento del péndulo en Europa.

Ha tenido momentos sobresalientes como en el Deportivo La Coruña y otros muy poco convincentes como con el Valencia.

Hay cosas dentro de las casas de los futbolistas que por definición no son públicas y pueden afectar la concentración y rendimiento de los jugadores; pudo ser el caso de Andrés.

Todos recordamos a ese jugador que rompió el promedio de calidad de la Liga MX con el Atlas. Sus desbordes y recortes hacia el centro para sacar colosales disparos que terminaron casi siempre en gol, le impulsaron sin escalas al viejo continente.

Justo antes del Brasil 2014, se levantaron toda clase de cuestionamientos sobre su elegibilidad y vigencia. Andrés tuvo un Mundial relevante por sus aportaciones al Tri en personalidad, mentalidad, liderazgo, ubicación y dinámica.

Ese Guardado que estuvo guardado un rato, nos recordó que tiene edad y futbol para seguir siendo un referente en el equipo mexicano. Con un poco de autocrítica, debería reconocer y atacar las razones por las que, más allá de los cambios de posición, deja de exhibir su mejor nivel futbolístico por largos lapsos.

El Mundial le ha vuelto a servir de vitrina y ha sido el PSV holandés el interesado en negociar un nuevo préstamo, después de su paso fugaz y deslucido por el futbol alemán. Holanda se distingue por la dinámica, ritmo e intensidad de su Liga, enriquecida mayormente, por jugadores oriundos, hechos en la organización, y muy jóvenes.

Andrés tiene ahora oficio y la capacidad de aportar la pausa del "tiempista" y hacer que su contribución sea más completa. No es fácil vivir en diferentes ciudades en tan poco tiempo, aunque sean todas de primer mundo. Tampoco es fácil tomar decisiones de vida que pudieron ser prematuras; ese al final de cuentas es un boleto privado, pero quizá influyente en algunos altibajos evidentes a lo largo de su andar europeo.

Puede todavía potenciar más la parte física en un futbol como pocos para poner a disposición del jugador, métodos y todas las ciencias aplicadas al deporte que sean posibles.

Andrés no ha terminado de crecer. Todavía tiene tiempo, tampoco mucho. Es la hora de decidirse para ser recordado como un buen o gran jugador. Esperemos lo segundo.

 
jalarcon@reforma.com
@Javier_Alarcon_