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La Dominguera
San Cadilla | 24-08-2014
en CANCHA
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El mil chistes

Francesco Totti entra al área y con un simple amague se quita la marca de un defensa.

Realiza otra finta y, en lugar de tirar fuerte, apenas bombea el balón que deja parado al portero. Gol. Golazo. Golazazo.

No es una escena antigua, pasó apenas la semana pasada en un amistoso de la Roma contra el Eltendorf, en Austria.

Próximo a cumplir los 38 años, "Il Capitano" sigue dando lecciones dentro de la cancha con el único club con el que ha jugado; pero la lección más importante ya la dio fuera de la cancha y literalmente fue un chiste. Bueno, mil en realidad.



SIEMPRE ROMANO

Francesco (Provincia de Roma, 27 de septiembre de 1976) desde muy pequeño llamó la atención de los scouts, pero su madre rechazó una jugosa oferta del Milán con tal de no salirse de la capital italiana.

En 1989 ya era parte de las juveniles de la Roma, aunque jugaba como "trequartista" o de "10", y debutó en la Serie A apenas a los 16 años en una victoria por 2-0 en contra de Brescia, un 28 de marzo de 1993.

Centro delantero, segunda punta, enganche... Totti es uno de los jugadores ofensivos más completos de los últimos años a nivel mundial. Es una esponja que absorbe todo lo que sus entrenadores le han enseñado.

Pero "Il Capitano" es más que un referente. France -como le dicen sus amigos- es el jugador más influyente para un equipo en el futbol actual. Totti es la Roma. La Roma es Totti.

"Querido Francesco: has creado la historia del futbol italiano: 20 años en la Serie A, que objetivos que has creado, felicitaciones de verdad. Tengo todavía en la cabeza la imagen de tu primer gol, era un Roma-Foggia", le escribió Gianluigi Buffon en una carta con motivo de las dos décadas en la Serie A del delantero.

Cuando el entonces ascendente Antonio Cassano llegó al club en el 2001 quería ser como él. Pidió un sueldo muy superior al resto del plantel, pero por debajo de Totti para no opacar a su ídolo. Lo invitaba a cenar, le festejaba todo e incluso se compró una casa al lado para convivir más con él.

Un 'Scudetto', dos Copas de Italia, una Bota de Oro y una Copa del Mundo en Alemania 2006... Totti lo había ganado todo.

Pero una fama siempre le había acompañado.



EL TONTO

Totti no es precisamente un campeón de la expresión oral en italiano.

De hecho, lo reducido de su lenguaje, sus incorrecciones gramaticales y una singular entonación capitalina lo han hecho el máximo representante de ese acento que despectivamente llaman "romanaccio".

Entre los mismos fans de la Serie A en una ocasión hicieron un sondeo para saber quién hablaba mejor italiano ¿Mourinho o Totti?

La verbalidad tosca y primitiva de "Il Capitano", incluso, es puesta como ejemplo negativo entre catedráticos universitarios para enfatizar la importancia de hablar correctamente en italiano, un idioma que, a diferencia del español, no tiene una RAE o algún órgano rector del lenguaje.

Totti nunca ha sido una persona sofisticada o innovadora: asiste a los mismos cafés desde que era niño, se corta el cabello en el mismo sitio y compra sus zapatos en el mismo establecimiento.

Ha vivido más preocupado por mejorar su futbol que por cultivar su espíritu, y eso quedó claro cuando en una entrevista admitió que el único libro que había leído en su vida era "El Principito".

Además, se ha metido en problemas, como cuando Mario Balotelli acusó que lo llamó "negro de mierda", mientras Totti le respondió que el entonces delantero del Ínter había insultado a la ciudad de Roma y a su "entero pueblo".

En su momento tuvo un enfrentamiento con Carlos Bianchi cuando el técnico le exigía más y, al no hacerle caso, pidió que lo cedieran a otro equipo; la dirigencia tuvo entonces que decidir... y escogió que se fuera el argentino. Además, en la cancha suele perder la cabeza y responder las agresiones de la misma manera, como el famoso escupitajo a Poulsen en el 2004.

Todos estos factores contribuyeron a que se le hiciera una fama de bruto.

El ingenio colectivo no perdona, así que alrededor de Totti se comenzaron a hacer chistes y a construir una fama poco envidiable.

En su época de jugador de la Lazio, Paolo Di Canio, dijo de la estrella del acérrimo rival: "Si uno habla con Totti y le menciona el Medio Oriente, él cree que se están refiriendo al mediocampo".



LA RESPUESTA

¿Incómodo? Para nada. A Totti le gustaba que sus amigos le contaran "sus chistes". En una de esas veladas, un amigo le sugirió que hiciera un libro y él aceptó, pero con una condición.

Así nació "Tutte le Barzellette su Totti" (Todos los chistes sobre Totti), un libro que salió en el 2007 y de inmediato se convirtió en uno de los más vendidos y que en cuestión de meses ya había recaudado ganancias por 441 mil euros, que se fueron directos a la Unicef y al servicio de Teleasistencia del Ayuntamiento, que ayuda a 2 mil 500 ancianos necesitados de Roma.

"Sí, en cierta forma reírse de uno mismo es algo que ayuda para sacar presión. Me cargaron tanto con eso de que nunca leí un libro que escribir una recopilación de chistes sobre mí mismo generó una ola de simpatía", declaró Totti.

Hasta este momento lleva cuatro libros, el más reciente "E mo' te spiego Roma" (Y ahora te explico Roma), una peculiar guía de la Ciudad Eterna explicada por él mismo.

Así fue como Francesco hizo de su fama de tonto algo de provecho.

"Esperemos que el próximo partido tenga una patada menos en la espinilla y un turista de más", expresó.




LOS CHISTES DE TOTTI

Aquí algunos de las bromas en los libros de Totti.


Totti se encuentra a Del Piero en un examen de matemáticas: "¿Cómo te fue Alessandro?". "Mal", contesta el juventino. "Lo entregué en blanco". Y Totti exclama: "¡Por Dios Ale, van a creer que nos copiamos!".


Se quemó la biblioteca particular que Totti tiene en su casa y el jugador no puede evitar sentirse muy desolado, abatido, consternado... Contenía dos libros y el segundo no había terminado de colorearlo.


Totti y su novia pasean por el parque. Ella se entristece de repente: "Oh, France, hay un pajarillo muerto". Y Totti mira hacia el cielo y dice: "¿¡Dónde, dónde!?".


Dos aficionados de la Roma están viendo un partido de su equipo. Uno de ellos le dice al otro: "¿Pero se puede saber qué es lo que hace Totti en pantuflas?". "Es que le dijeron que juega en casa".


Entra Totti a una tienda de deportes y le pregunta al encargado: "¿Tiene pelotas para jugar al tenis?". El tendero responde que sí, así que Totti le dice: "Pues quedamos mañana a las cinco".


Totti compra un rompecabezas que tiene 50 piezas y seis meses después por fin logra terminarlo. Entonces se percata que en la caja viene escrito "de 3 a 7 años" y exclama: "¡Cielos, soy un genio!".


Totti está dando un romántico paseo con su novia. El jugador la mira fijamente a los ojos y le dice: "Si tuviera que elegir qué nombre te pondría no tendría dudas. Serías Eva, porque has sido la primera mujer en mi vida". Ella le responde con absoluta sinceridad: "Pues yo te llamaría Peugeot, porque eres el 406".



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