Amables aficionados: una de las cosas que caracterizan a la NFL es su reglamentación de casi todos los aspectos de su entorno.
Desde los uniformes en el día del juego, que no pueden variar de los parámetros establecidos, hasta el libro de reglas del tamaño de un directorio telefónico de una ciudad mediana. En cierta manera, es colocar límites, en donde todo mundo sabe donde pisa y que habrá sanciones si se infringen las disposiciones mencionadas.
En un partido, por ejemplo, aunque existe el criterio de los oficiales en ciertas acciones, todo lo demás es prístino, hay perdida de yardaje, de oportunidad y hasta expulsión en algunos casos.
Está también el costo monetario por esas violaciones al reglamento: hacer contacto con un árbitro o iniciar una gresca cuesta 27 mil 562 dólares de multa; ofensas verbales, 22 mil 50; rudeza innecesaria contra el pasador, 16 mil 537; taclear de la máscara, 8 mil 268; lanzar el balón a la tribuna, 5 mil 512 y así sucesivamente.
Pero, hay un área de criterio solitario, la del comisionado, quien decide cuántos partidos suspender a un jugador cuando su actuación viola las políticas de conducta de la Liga.
Hemos visto a Roger Goodell ser inmisericorde en sus sentencias. Por eso sorprendió enormemente y causó mucha indignación, sobre todo en las agrupaciones femeninas, lo sucedido con el caso de Ray Rice, el corredor estelar de Baltimore.
Éste fue grabado en video en un elevador dándole un puñetazo a su prometida que la privó del conocimiento y al abrirse las puertas se la llevó arrastrando por el pasillo. Un atleta de esa fortaleza abusando de una muchacha de 45 kilos.
Conociendo a Goodell, se esperaba una suspensión mínima de ocho partidos, media temporada, si no es que más.
Todo mundo quedó boquiabierto cuando el comisionado le dio un suave manotazo a Rice declarando su suspensión de sólo dos encuentros.
Comparando con castigos más severos por causas menores, como cuatro juegos mínimos de suspensión si se fuma mariguana, se ha desatado la especulación sobre cómo pudo pasar esto.
¿Qué le debe Goodell a Baltimore o al mismo Rice?, ¿Qué se movió por ahí para esa mínima sentencia?
Sin duda, es la decisión más controvertida de Goodell como comisionado y ya sentó un precedente para el futuro: toda decisión disciplinaria de aquí en adelante se comparará con la de Rice y cuidado con apartarse de la "bondad" mostrada en este caso.
Por ahora, hacemos una pausa...
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