¿Quién dice que la Fórmula Uno era aburrida? Durante dos horas no pude sentarme y hasta mis vecinos escuchaban mis gritos. ¡Wow, qué increíble espectáculo! La verdad, Alonso merecía la victoria. Sabíamos que la ausencia del FRIC se notaría más aquí que en Hockenheim, pero fue la lluvia la que nos dio el show.
Es fantástico celebrar una segunda victoria de Daniel Ricciardo, ¡el hombre la goza tanto que contagia!, en contraste con Alonso y Hamilton, que sufren del síndrome del campeón de F1 que, al ser el segundo, es el primero de los perdedores y su lenguaje corporal en el podio es errado cuando ambos deberían sentirse orgullosos por su actuación.
Cierto que que sin estas condiciones climáticas no nos hubiéramos divertido tanto, y si eres o no un fan de Hamilton, no hay duda que te sentirás triste por él al ver que la mala suerte lo persigue en las calificaciones; pero solo él, con una estrategia perfecta, podría llegar al podio por delante de su compañero Rosberg sentado en la pole.
Carreras como ésta no sólo dejan ver quiénes son los buenos pilotos, sino también a los equipos que conservan su frialdad sin cometer errores y que saben leer el futuro para cambiar de llantas al momento justo.
Rosberg, quien impuso un ritmo increíble al principio, se quedó vestido y alborotado cuando el auto de seguridad apareció después de que él pasó la entrada a pits y no pudo ir por las gomas para seco. Mercedes tuvo que forzar un cambio de estrategia y McLaren, que hubiera podido hacer buenos puntos con Jenson Button, un especialista en estas condiciones, perdieron la oportunidad.
De nuevo hubo un momento de fricción en las filas de Mercedes cuando Hamilton (pienso que justificadamente) desobedeció una orden y no dejó pasar a Rosberg, quien aún debía hacer otra parada, ¡así que no creo que estos dos se vayan juntos de vacaciones! y esta mala orden del equipo alimenta de nuevo a los cínicos que aseguran la preferencia del equipo alemán por el piloto de su país.
Una pena para Sauber que disputaba su mejor carrera del año con sus dos autos en los puntos. Esteban Gutiérrez paró por una falla con el ERS y Adrian Sutil se quedó a menos de un segundo del último punto.
Misma suerte para el Force India de Sergio Pérez y en el que Hülkenberg siempre terminaba con puntos. El alemán se tocó con "Checo" y ahí termino su carrera, y más tarde Sergio se topó con un punto mojado y acabo contra el muro.
La F1 se va de vacaciones con una de las mejores carreras vistas en los últimos años, confirmando que, pese a la revolución de sus reglas, ¡NO es aburrida!
jo.ramirez@reforma.com |
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