Al iniciarme como columnista, me sentaba frente a la computadora y pasaba largos minutos antes de arrancar.

Discernía cuáles eran los temas vigentes y luego tomaba uno de ellos y pensaba en qué enfoque que le daría. Todas las noticias, historias y anécdotas tienen distintas versiones y cada una asegura ser la correcta. Ninguna tiene toda la verdad.

Esta semana se dio a conocer la destitución de muchos profesionales de Fuerzas Básicas en la organización que dirige Jorge Vergara. Al mismo tiempo se difundió la noticia de la contratación de la nueva cabeza al frente del proyecto. Les recuerdo, ya no me extraña nada.

Antes de comentar sobre el trabajo del nuevo "formador", tenía que documentarme y lo hice. Ya no tiene nada que ver si tiene o no credenciales para lograr algo, aquí no pasa por esa cualidad, la cosa es si tiene capacidad para trabajar con mexicanos, entrenar mexicanos, comer con mexicanos, tratar con mexicanos, educar a mexicanos, mandar a mexicanos y, sobre todo, recibir órdenes de mexicanos.

La historia reciente en esta institución me dice que no durará mucho. Esa es una versión de las cosas; la otra, la que me gusta mucho, es la posible implementación de una metodología del entrenamiento en menores, formativa e integral.

Desde hace 20 años insisto en que un alumno es tan bueno como lo sea su maestro. No hay más. Me pregunto si en las Fuerzas Básicas del Guadalajara no existen buenos elementos o futuros entrenadores que tengan las cualidades y les falte formación correcta, llámese capacitación.

Conozco las fuerzas básicas y sus entrenadores, sigo los logros en cada categoría y lo que aportan a las selecciones nacionales cada una de ellas. Eran lo mejor del país; luego, de las mejores, y ahora, una de las seis mejores.

Pachuca, América, Santos, Morelia, Atlas, Pumas y Chivas, ahí se pelea todo en fuerzas básicas. Tienen escuelas por todo el país, incluso más allá de las fronteras mexicanas. Captan miles de niños y jóvenes cada año y sólo llegan, en el filtro natural del futbol, muy pocos y no siempre los mejores. Y no siempre bien formados.

Desde hace 10 años he visto pasar directivos buenos y malos, entrenadores buenos y malos, directivos de todo tipo, masajistas, doctores y hasta podóloga Lo único que tienen en común es el dueño, que los contrata y los corre al poco tiempo.

Mientras tanto, en lo deportivo, el Guadalajara hace mucho que no da una alegría a sus cada vez menos seguidores. Para esta campaña se gastó mucho dinero para tratar de corregir los últimos años futbolísticos, con nuevos directores deportivos, un nuevo técnico y nuevos refuerzos. Vamos de nuevo.

Los resultados se esperan muy buenos y que salgan del problema porcentual; lo que vi el domingo me dice otra cosa. Ya veremos. Hasta cuando volveremos a ver a un Guadalajara campeón, a una institución que sea ejemplo en todos los sentidos, con jugadores que sean base de la Selección, cuyo público llene estadios, que sus entrenadores sean respetados y admirados, que sus formadores sean un ejemplo en todo sentido. Hasta cuándo lo veré, no lo sé.

Sólo de algo estoy seguro: si pronto no llegan los resultados positivos arriba, empezaremos a ver y a escuchar mil cosas, y todo seguirá igual. Recuerden la tabla del descenso, no se olviden de ello. Para parecer y permanecer como equipo grande, a veces hay que jugar como equipo chico.

 
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@jugadaviril