Bueno, ¿y ahora a quién le echamos la culpa?
Tanto el pitcheo de los Diablos como el de Sultanes hizo lo suyo, desgraciadamente la ofensiva regia estuvo muy pobre y sin oportunidad, mientras que para los Diablos significó la diferencia para que los Rojos limpiaran a los de casa.
Sabíamos que los Diablos venían dolidos de Reynosa por cómo habían perdido el último encuentro con Broncos en la novena entrada el jueves.
Pero después de ver a los zurdos Fabián Cota, Arturo López y Marco Duarte, que para nosotros lanzaron quizá su mejor juego en lo que va de la campaña, y a los "piedreros" Juan Sandoval y Manny Acosta relevando, y la impotencia de los bates sultanes, nos resignamos.
De todos modos queremos repetir: varios bateadores Sultanes volvieron a caer en el hábito o "bache" aquel de que con hombres en base y en cuenta de 3 y 2 fueron ponchados sin tirarle, detalle que ayudó enormemente al pitcheo rojo.
Nuestra gran duda: ¿qué le pasó a Murillo en la octava cuando vino con hombres en primera y segunda, Sultanes abajo 2-1 y sin out?
Todo mundo esperaba que los avanzara con un toque, pero aguantó uno, dos y hasta tres strikes y nunca vimos el intento de toque y no le hizo swing a ningún lanzamiento. ¿Estaría acaso disgustado y quería batear?... no lo sabemos.
Antes de arrancar la temporada comentamos con el manager sultán el importante punto del "toque de bola", pero tristemente seguimos viendo que a varios Sultanes no les ha caído el veinte en cuanto a la técnica y tratan de tocar corriendo.
Ahora están obligados a ganar las series en Tijuana y en Torreón si no quieren verse involucrados en el montón que pelea por el cuarto puesto... ¡y no se rían, que es en serio!
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