Moacyr Barbosa, portero de la Selección brasileña, descansó con su muerte luego de 50 años de condena popular por un error en el "Maracanazo". A 14 años de su fallecimiento, si su país ha podido madurar lo que es la justicia y la igualdad en las culpas, debería por fin, luego de 64 años de aquel encuentro, descansar... en paz. A veces es necesario sufrir un trauma mayor para que el anterior sea superado.
El mejor país en la historia de los 20 Mundiales (con todos los éxitos conseguidos tras aquella derrota de 1950) ha caído en su propio territorio y con el peor resultado de su palmarés. No es poca cosa. Sin embargo, ahora la decepción superó al drama: cientos de aficionados optaron por despojarse de su camiseta amarilla, dejarla sobre la butaca y retirarse en silencio del Mineirao.
¿Qué diferencias hay entre ambos fracasos para tan distintas reacciones de su afición? Básicamente dos. Primera: Brasil no era favorito ante Alemania, contrario a lo sucedido en aquel encuentro contra Uruguay. Segunda: el pueblo, aquella afición popular que estableció un récord de 200 mil asistentes en Maracaná, hoy no tiene posibilidades de ir a un estadio de Copa del Mundo. Las entradas son exclusivas para gente de alto poder adquisitivo, quienes ni pesan ni se acongojan... ni exigen ni reconocen... ni se benefician o perjudican con lo que haga su Selección.
Brasil amaneció desolado tras el 7-1. Río de Janeiro parecía una ciudad en alquiler para los argentinos, quienes la noche del 9 de julio celebraron por partida doble: su independencia y, 24 años mas tarde, el regreso a la Final. Pero las bofetadas continuarán; se calcula que 150 mil argentinos estarán en Río de Janeiro este fin de semana por el duelo ante Alemania.
Regresemos a la portería. Julio Cesar, encargado del arco brasileño, declaró al final de la Semifinal: "Preferiría haber perdido 1-0 con error mío que perder como lo hicimos hoy". Hace cuatro años, en Sudáfrica, una imprecisión suya ante Holanda resultó letal y sabe lo que se siente. Curioso, el error que el hoy arquero de Toronto quisiera adjudicarse, es el mismo que a Barbosa le adjudicaron.
Alcides Ghiggia, héroe uruguayo de 1950, opina que, "el 'Maracanazo' es distinto porque fue una Final", para dejar claro que aun con estos siete goles encajados, el daño para los brasileños es mucho menor.
Sí, sería un buen gesto si por fin liberan a Barbosa de su injusta condena 64 años después con este papelón de Brasil en su Copa del Mundo. Por lo que percibo en este país sudamericano, difícilmente sucederá y desde donde se localice, seguirá descansando, pero no en paz.
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