Si Alemania ha llegado por lo menos a los Cuartos de Final, de manera ininterrumpida desde 1938, y se encuentra a las puertas de su cuarta Semifinal consecutiva, entonces algo hay de cierto en aquella frase: "el futbol son 11 contra 11 y siempre gana Alemania".

Palabras que muestran la frustración de jugar contra una selección siempre disciplinada, perseverante, preparada, bien dirigida y paciente.

Brasil tendrá al rival más complicado que pudo toparse en esta Copa del Mundo, antes de la Final. Si alguna selección llegaba como favorita desde mucho tiempo antes, además del anfitrión, esa es "Die Mannschaft". No son buenas noticias para Brasil.

Durante 64 años toda una población ha aprendido desde su infancia que en 1950, Brasil inició un llanto que solamente podrá apagarse con el título mundial en Maracaná.

Ese tiempo ha llegado. La presión de tantas décadas, con la misma pesadilla, se respira en el estadio cada vez que juega Brasil, se observa en cada balón dividido y se libera en cada anotación que acerca más al único objetivo aceptable.

Para la mala fortuna de Brasil, Alemania llega a la Semifinal más fortalecida que nunca, con las lecciones de cierta angustia contra Argelia y Ghana bien aprendidas, y con una alineación titular convencida de sus capacidades: el mejor arquero del mundo (Neuer), quien además tiene la capacidad de jugar como líbero a la espalda de la última línea; dos defensas centrales de talla, fuerza y técnica (Boateng y Hummels, y un tercero de la misma calidad disponible: Mertesacker), laterales dinámicos y de oficio (Lahm y Hoewedes); volantes de contención de marca y distribución (Khedira, Kroos y Schweinsteiger (con la opción de Lahm si es necesario) y tres atacantes de área, pero también de sacrificio y repartición (Müeller, Özil y Schuerrle o Goetze, ¿quiere dos opciones más? Klose y Podolski).

Alemania pondrá en serio riesgo el objetivo de Brasil el 8 de julio, tiene altísimas calificaciones en las cinco evaluaciones de un equipo: defensa, ataque, transiciones ofensivas, transiciones defensivas y balón parado.

Por si fuera poco, Brasil no contará con Neymar y Thiago Silva, el primero por lesión y el segundo por suspensión.

La Copa del Mundo ha separado a las sorpresas de las realidades, a los buenos de los excelentes. Si Brasil es capaz de superar a esta Alemania podemos pensar que las historias de terror contadas durante 64 años en este país, por fin pueden llegar a su fin.
 
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@Felixatlante12