Urgencia turca
 
Al que le urge saber qué va a pasar con sus jugadores seleccionados es a Antonio Mohamed, sobre todo por Miguel Layún y Raúl Jiménez, quienes tienen ofertas de Europa.

A menos de tres semanas de arrancar el torneo, el "Turco" anda nervioso por saber si existe la posibilidad de su salida para echar a andar el plan "B" y amarrar refuerzos, por aquello de los trámites migratorios y demás, pues quiere tener carro completo desde las primeras jornadas.

Otro que sonó para ir al extranjero es Paul Aguilar, pero hasta el momento no hay nada concreto.

Y al que ya espera Mojamón frotándose las manos es a Oribe Peralta, quien será pieza angular del nuevo América y el DT necesita que se empape de su sistema, por lo que quiere se incorpore el lunes próximo. A ver qué dicen los jugadores.

 
 
Calientito
 
Los resultados podrán haber sido los mismos, pero el carisma de la Selección Nacional en su aventura por Brasil quedó ayer de manifiesto cuando miles fueron a recibirlos al aeropuerto.

Un reportero le preguntó sobre esto a Miguel Herrera y él, con esa sinceridad que le caracteriza, le respondió que saliera a preguntarle a los "10 mil que hay allá afuera".

Ni de chiste había esa cifra, pero queda claro que dentro de lo positivo que deja esta experiencia es que "El Piojo" en Brasil supo manejar la presión de manera decente y no se volvió loco.

Digo, los cambios podrán ser cuestionables y debatibles, pero a diferencia de sus antecesores no salió con ninguna locura, ni se peleó jamás con jugador o periodista de manera escandalosa.

De hecho, un día antes del juego contra Holanda andaba que echaba lumbre porque los Fifiosos no lo dejaron pisar la cancha del Castelao, quesque para que no se maltratara, y lo obligaron a dar una conferencia de prensa a la misma hora de los penales del Brasil-Chile.

Pero en realidad fue puesto a prueba cuando llegó Robin van Persie a darle un empujón cuando discutía con los árbitros ¡Por menos de eso dejó noqueado al taquero de León en 1994! Claro, Herrera sí le reclamó y sacó lo más florido de su lenguaje, pero nada más.

Eso sí, ayer se prendió en la rueda de prensa al referirse a José Ramón Fernández, aclarando que él no era ningún títere.

Bueno, tampoco es un monje budista.

 
 
La sana distancia
 
En esta época en la que se confunde futbol con patriotismo es muy difícil perder esa frontera.

El domingo por la noche, Luis "El Chapito" Montes no tuvo piedad de uno de los jóvenes comentaristas de Televisa: "Gracias Pollo por tu mala vibra en el segundo tiempo; Raoul Ortiz pensé que eras mexicano", le escribió en Twitter.

Resulta que durante su transmisión, el novel narrador pidió que al Tri no le pasara lo mismo que en todos los Mundiales, y comenzó a recordar las eliminaciones en Mundiales anteriores, lo que provocó que el mismo Javier Alarcón le dijera que no hablara de esas cosas y se concentrara en el partido.

"El Chapito" interpretó todo esto como malvibroso, por lo que no dudó en fustigarlo; Ortiz no se enganchó y no respondió.

Ayer les comenté del rol de porrista que había adquirido Inés Sáinz cuando tenía que hacer las primeras preguntas al "Piojo" en la señal internacional, pero parece que los miembros de prensa y de atención a medios cada vez cobran más relevancia.

Resulta que en Chile están escandalizados porque el jefe de prensa de Brasil, Rodrigo Paiva, le dio una cachetada al delantero andino Mauricio Pinilla al medio tiempo de su duelo y la FIFA "sólo" le dio un juego de castigo. Vaya show.

 
 
La última
 
Para mí que las disculpas de Luis Suárez a Giorgio Chiellini no son sinceras: Me parece que son de dientes para fuera... me parece.

 
 
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