La principal lección de Brasil 2014 es que Europa no ha descubierto América. Mientras nuestros entrenadores siguen la Premier League en Inglaterra, la Serie A en Italia y la Liga de las Estrellas en España, los europeos ignoran la forma en que juegan Costa Rica, Colombia o México.
Durante el programa "De zurda", donde dialoga con el cronista Víctor Hugo Morales, Maradona explicó la superioridad de América con elocuente sencillez: "No nos conocen".
En Sudáfrica 2010, Ghana y Uruguay se fueron a tiros de penalti. Cuando llegó el turno del "Loco" Abreu, los locutores de la televisión mexicana se preguntaron si se atrevería a hacer su jugada predilecta: el disparo flotadito, al estilo Panenka, aprovechando que el portero se vencía demasiado pronto. El técnico de Ghana era el serbio Milovan Rajevac. Obviamente, desconocía las pasiones de Abreu. Lo que para nosotros fue una jugada previsible -casi un vicio-, para Rajevac fue una sorpresa. Ese tiro decidió el pase de Uruguay a Semifinales.
Los colonizadores sustituyen su ignorancia con prejuicios. En la novela Macunaíma, del brasileño Mario de Andrade, el irónico protagonista define su tierra al modo europeo: "hay mucha alimaña y poca salud". Si los exploradores piden una lupa para revisar insectos, los nativos los incorporan a su dieta.
Brasil 2014 es un festival de bichos. En el minuto 44 del partido contra Nigeria, la "Pulga" Messi cobró un tiro directo que el portero Enyema desvió en forma espectacular. Dos minutos después llegó otro tiro libre, con mejor ángulo. La cámara mostró a Enyema tratando de espantar un mosco que acaso había volado desde Argentina como jugador número 12. La "Pulga" consumó su cuarta obra maestra en el Mundial mientras el portero se quedaba fijo, tal vez anestesiado por el mosco.
Hace medio siglo me aficioné al Necaxa a través de mi vecino Jorge Mondragón, cuyo apodo de guerra era el "Chinchulín". Desde entonces asocio el futbol con la entomología.
Hay países con insectos y países con pesticidas. En América Latina, lo que se mueve se come. En Europa hay menor interés por la variedad de las especies. Pensemos en el caso de Godín. Aunque el defensa juega en España, muchos ignoran que es uno de los mejores rematadores en tiro de esquina. Italia se hubiera esmerado en marcar al alemán Müller, pero dejó tan suelto al uruguayo que se dio el lujo de rematar con la espalda para inventar el gol de churrasco.
Holanda conoce los arrebatos cardiovasculares de Herrera al borde de la cancha, pero no al equipo. En cambio, el "Piojo" estudió a Holanda sin ser descubierto.
Los insectos son sutiles.
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