Ya llegamos al final de la Fase de Grupos. Impresionante, creo que esa palabra resume perfectamente lo que ha sido el Mundial hasta ahora.
Grandes juegos, más de 130 goles y un nivel futbolístico con paridad de fuerzas entre vencedor y vencido ha sido lo que más me ha llamado la atención.
Tratándose de México, debo reconocer que yo era uno de los muchos incrédulos llenos de motivos que nos llevaban ver el vaso medio vacío.
Sentíamos que navegábamos seguros por el mar de la realidad, pero el futbol otra vez nos enseña que la línea que divide la ilusión de la realidad es muy delgada, y vaya agradable sorpresota la que estamos viviendo con la Selección de Miguel Herrera.
Hace apenas un mes, pensar en superar la Fase de Grupos me parecía un sueño, y hoy alcanzar el quinto partido me parece algo muy posible.
Y de lograr eliminar a los holandeses, el cruce que nos tocaría en los Cuartos de Final sería Costa Rica o Grecia, ¿muy ganables, no?
Como aficionado, viéndolo cómodamente sentado desde las tribunas, es un panorama que nos invita a pensar en un posible e histórico aterrizaje a una tierra totalmente desconocida para nosotros: la Semifinal.
Volviendo a la posición que me corresponde, analista imparcial y basándome en las formas con las que el futbol mexicano ha logrado su pase a los Cuartos de Final y lo equilibrado de los juegos en este interesantísimo Mundial, las puertas para los equipos ordenados tácticamente y físicamente bien preparados se abren como nunca se han abierto en anteriores ediciones mundialistas.
El nivel presentado por la mayoría de las selecciones consideradas grandes y fuertes candidatas al título no me ha impresionado tanto.
El equipo que más me gustó en esta primera fase fue Colombia, que jugó un futbol coherente y equilibrado en todas sus líneas.
Ya no hay equipos tontos en el futbol. Con las distancias acortadas, las posibilidades de las pequeñas y medianas selecciones van en franco crecimiento.
México pasa por un gran momento anímico y principalmente físico. Considero que el factor climático, un calor húmedo casi insoportable que muy probablemente tendremos aquí en Fortaleza frente a Holanda, jugará un papel fundamental en favor de los nuestros.
Ya como aficionado tengo la sensación de que si soy un soñador me siento engañado y si soy realista también. ¡México, México, ra ra ra!.
Ya entendí lo difícil que es ser aficionado de un futbol extremadamente bipolar. ¿Será que es eso lo que tanto los apasiona?
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