Juntos y felices Vaya situación la que provocó la FIFA con la designación del hotel del Tri en Recife o mejor dicho, porque seguramente fue así, la que buscó la FMF al ubicar a las familias de los jugadores y cuerpo técnico.
Pues resulta que me comentan desde Brasil que la Selección se hospedó en el Hotel Mar que es ni más ni menos que el mismo que ocupan las familias desde que llegaron a Brasil para el inicio del Mundial.
El Tricolor llegó la noche del sábado a la ciudad y estará al menos un par de noches, ya que igual y esta noche al final del juego con Croacia se lanza de regreso a Santos, si clasifica, o en una de esas se va de regreso a México, si ya todo se acaba.
El asunto es que tanto jugadores como familias estuvieron en el mismo hotel y pues ya se imaginarán si en verdad eso de que no iba a haber sexo durante la concentración se cumple, porque yo lo que pienso es que... bueno.
El chiste es que a la hora de almorzar todos los jugadores se veían muy contentos de ver a sus familiares; claro, no de otra cosa. Y eso seguramente les podrá servir para jugarse la última carta con los croatas, sólo espero que no haya sido mucho desgaste físico... me refiero a bajar de sus habitaciones al lobby y convivir un momento con sus seres queridos, no sean mal pensados, por favor...
Bonita imagen Me dicen que los mexicanos que andan por allá por Recife no niegan la cruz de su parroquia, y me refiero a los aficionados que van de avión en avión para seguirle la pista al Tricolor en sus andanzas mundialistas.
Resulta que no conformes con la fama que ya se echaron de que los vieron asaltando un stand de cervezas y que ya hasta uno relleno de mezcal se lanzó de un barco, pues apenas llegaron a Recife e hicieron base en un expendio de un patrocinador que estaba dando a probar, sólo como probadita, caipirinhas gratis, la bebida tradicional de Brasil.
Con todo y que sólo se trataba de un detalle de la marca, pues hubo quienes hasta se formaron para la segunda y la tercera vueltas apenas bajando del avión y todo esto ¡a las 9:30 de la mañana! vaya desayuno...
Pero lo que fue peor, según me relatan, a los pocos metros una marca cervecera hizo la misma estrategia, pero tal vez se arrepintió cuando vio a la ola de mexicanos invadir su refrigerador a pesar de que casi todos ya llevaban el vasito de caipirinha en mano.
Así que apenas llegaron a Recife y los paisas le dieron rienda suelta a su garganta, la cual ya se ha hecho más que famosa y popular, que hasta los mismos ingleses y holandeses están pasando a segundo término, y mira que aquellos chupan como los grandes...
Ese es mi chavo Bob Bradley seguramente habrá tenido anoche sentimientos encontrados.
Y es que el ex técnico de los Estados Unidos, quien fue cesado de fea forma en 2011 tras perder la Copa Oro con México, en aquella estrepitosa goleada que selló Giovani dos Santos, se quedó con el consuelo de que su sucesor, el alemán Jürgen Klinsmann, no cepilló a su hijo de la Selección y, al contrario, le dio continuidad haciéndolo titular del equipo por sobre otros como Landon Donovan.
Pues bien, ayer el pequeño Michael cometió un par de pifias que bien podrían costarle el Mundial a quien ocupó la chamba de su papá, pues primero falló un gol cantadísimo solo de frente al arco de Portugal y luego perdió de la manera más torpe una pelota que acabó en la red de su equipo para el 2-2 con que Vidal salvó los platos para los lusos en el último segundo de la compensación.
Estados Unidos tenía el pase a Octavos de Final en la bolsa, pero Bradley lo tiró por la borda y ahora las cosas se le pusieron color de hormiga a su Selección, pues debe empatar con Alemania para no quedar fuera y esperar lo que pase en el partido entre portugueses y ghaneses si es que cae.
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