El circo del Grand Prix se mueve de nuevo a Europa, pero esta vez por cinco carreras, así es que la verdadera temporada europea comienza ahora, con el regreso del Gran Premio de Austria, que ha estado ausente desde 2003.
Aquel evento lo ganó el gran Michael Schumacher, quien sigue luchando en la carrera más larga de su vida. ¡Y su familia apenas comunicó que Michael salió del coma! El siete veces campeón dejó el hospital de Grenoble en el que estuvo por seis meses. La vocera del campeón reveló que continuará con su rehabilitación en el hospital de la Universidad de Lausana.
Hay muchas dudas sobre su verdadero estado de conciencia. Señalar que salió del coma no quiere decir que esté consciente y respondiendo. Tal vez ya no duerme. Es horrible pensar que una persona tan activa como él no vaya a recuperar por lo menos el 80 o el 90 por ciento de sus facultades.
Basta de cosas tristes.
El primer Gran Premio de Austria fue en 1964, en Zeltweg, el cual ganó Lorenzo Bandini con un Ferrari cuyo volante está en mi pequeño museo. La carrera fue siempre en el mismo circuito, pero ha sido renombrado, primero en 1996 como el A-1 Ring, mucho más corto y menos espectacular. El antiguo circuito era increíblemente rápido y difícil. Ahí sólo los valientes ganaban. Hoy en día sigue siendo rápido, pero como es más corto, la vuelta se hace en sólo unos segundos más del minuto.
Su rebautizó más reciente fue como Red Bull Ring, que Dietrich Mateschitz, dueño de la bebida, compró y ha puesto a la altura de las exigencias de la F1. Finalmente Bernie Ecclestone lo inscribió en el calendario, y la carrera no podría haber llegado en mejor momento que después de la victoria de Daniel Ricciardo y Red Bull en Canadá.
Ese triunfo de seguro dará mayor motivación para Austria a Red Bull y sus pilotos, pero Mercedes sin duda seguirá marcando el paso. Lo que pasó en Canadá fue sólo un contratiempo, pero siguen siendo los dueños del Mundial, y ahora, con la nueva gasolina que ha desarrollado su patrocinador Petronas, que incrementa la potencia del ya superpotente motor, pues aún más serán los favoritos.
La incógnita sigue siendo la guerra dentro y fuera del auto entre sus estrellas Lewis Hamilton y Nico Rosberg. Éste último parece tener la ventaja con una confianza a la que Hamilton quiere pero no puede vencer. Por ahora, Nico lo tiene todo, bien crecido y educado, habla varios idiomas, es bien parecido y su lenguaje corporal es el de alguien que está consiguiendo lo que quiere y que no descansará hasta conseguirlo.
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