Al de Ramón

Durante meses y meses, en tiempos en los que Rayados anduvo regular, mal y muy mal, hubo críticas hacia cómo se estaba trabajando en el equipo.

- Malas decisiones internas de la directiva.

- Mala elección de técnico.

- Pleitos internos, como el del "Profe" Cruz con su auxiliar, y los de varios jugadores entre sí.

- Malas decisiones a la hora de contratar refuerzos, como los bultos de Marlon de Jesús, Wilson Morelo y Víctor Ramos.

- Mentiras al por mayor a la hora de informar acerca de lo que buscaban.

- Ocultar información de su estadio, de su uniforme y todo lo demás que se acuerden.

Las críticas y los cuestionamientos siempre han estado en los últimos dos años, más o menos.

Hoy el Monterrey parece navegar en aguas tranquilas, sin presión, con un equipo que será competitivo, con trabajo desde abajo, con buena coordinación, con inversión monetaria en sus refuerzos, con una visión a mediano y largo plazo y con un DT que, para mí, tiene un buen presente, pero un mejor futuro. Es inteligente y le sabe al negocio.

Hoy de La Pandilla no se habla mal, no se cuestiona lo que compró (como sí hace nueve y seis meses), sino todo lo contrario.

¿Que a dónde voy con todo esto?, muy sencillo.

¿Les habrá caído ya el veinte a sus directivos que los medios no somos quienes les hacemos el mal ambiente con lo que escribimos?

Luis Miguel, ya te diste cuenta que hay estabilidad alrededor de tu equipo cuando las decisiones de ustedes son las correctas, y no como todo lo que hicieron en los últimos dos años. Uno no crea inestabilidad, sólo evidencia sus acciones.

Me gusta esta Pandilla. Lo dije el martes y lo vuelvo a escribir: la veo del lugar 1 al 3 general al final del torneo.

Y si no, pa'l baile vamos.

Si es al del regreso de Ramón Ayala del 3 y 4 de octubre en el Auditorio Banamex, mejor.

PD: ¿Alguien me invita?



"¡Blaaatteeer!"

Ayer les dije que la FIFA andaba muy fifesca en el tema de los gritos de "¡Puuuto!" de los mexicanos.

Pues sí, al parecer van con todo. Algo están a punto de implementar para que los paisas ya no griten eso cuando el portero rival despeja (yo estoy de acuerdo. Se ve de mal gusto).

¿Cómo poder evitarlo?, pregunto yo. Si les piden a los directivos nacionales que manden ese mensaje a sus aficionados, ya tienen preparado otro, el cual no podrán cuestionar.

Si les prohíben el típico grito mexicano en cada despeje, lo más seguro es que se oiga: "¡Blaaatteeer!".

Veremos.



¡Así, sí!


Los que parece que ya aprendieron a portarse bien son los jugadores mexicanos.

Resulta que por allá en Santos los seleccionados se quedaron sin vigilancia casi todo un día porque el cuerpo técnico entero y los directivos se fueron a Sao Paulo a ver el duelo entre Inglaterra y Uruguay.

Pero lejos de que aprovecharan para hacer lo que hicieron en la Confederaciones, de salirse de la concentración o romper el orden, los 23 se mantuvieron dentro de su hotel después del entrenamiento y ya no se asomaron ni a la playa ni a los centros comerciales que hay a un lado de donde duermen.

Tal parece que ya se aprendió la lección y realmente están muy metidos en la competencia, que ninguno quiere dar pie a que se piense lo contrario o a perder su lugar en el 11 inicial.

Me comentaron que adentro del hotel los jugadores se pasaron la tarde viendo los partidos del Mundial, algunos fueron al sauna y otros más recurrieron a uno de sus pasatiempos predilectos: los videojuegos.

¡Quién los viera! No hace mucho en un table allá en Brasil, y ahora bien portados.

A eso se le llama avance.



¿Y Tigres?

Mañana les cuento algo.

¡Aaah, no, mañana es sábado!

Tons no.



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