Amistad a toda prueba Ahora resulta que todo mundo ama a Memo Ochoa, pero el que puede presumir derecho de antigüedad es ni más ni menos que Andrés Guardado.
Y es que "El Principito" ha estado en las buenas y en las malas con Paco Memo, su súper cuate incondicional desde que ambos eran suplentes del Tri allá en la Copa del Mundo de Alemania 2006, bajo el mando de Ricardo La Volpe amistad que se siguió fortaleciendo cuando les tocó compartir cuarto en otras concentraciones con la Selección Nacional en los años subsecuentes, ya con otros entrenadores.
Tales son los lazos que unen a ambos jugadores que cuando Ochoa causó baja del Tricolor tras el positivo por clembuterol en la Copa Oro 2011, Guardado tuvo el "detallazo" de portar los guantes del portero, a manera de homenaje, tras ganar el campeonato en aquella memorable Final del 4-2 contra Estados Unidos con el inolvidable gol de Giovani dos Santos.
Por eso no es de sorprender que cada que Guardado se topaba con el entusiasta club de fans de Memo en el aeropuerto tras algún viaje del Tricolor, el "Principito" les "reclamara" que él tenía derecho de antigüedad sobre el guardameta, cosa que por supuesto no le caía nada bien a las "ladies" del poco numeroso ejército de fans, que veían al volante como su gran competencia en el corazón de la nueva gran estrella de la Selección Nacional, al que ya andan poniendo en equipos de toda Europa.
Todo un atleta Me platican desde allá en Brasil que si bien la Selección Nacional tuvo un ratito de descanso entre tooodo el trajín de viajes y partidos que ya suma en menos de un mes y que ha pasado por tres ciudades de Estados Unidos y tres en Brasil, pues el que no se detiene a tomar respiro es su directivo, Héctor González Iñárritu.
Además de que a la hora de los partidos y los reconocimientos de cancha anda muy movido, pendiente de lo que le haga falta al equipo y hasta de las conferencias de Miguel Herrera, pues resulta que el directivo de Selecciones se da el lujo de encontrar tiempecito para no perder la línea al también ejercitarse.
Sin detenerse por el viaje desde Fortaleza a Sao Paulo y luego desde ahí a Santos luego del histórico empate sin goles ante Brasil en el Castelao, y pese a que se fue a dormir ya cerca de las tres de la mañana de ayer, el director de Selecciones estuvo presto aproximadamente a las 10 de la mañana para salir a correr a la playa que está enfrente del hotel del Tri.
Con ropa deportiva, sin portar los colores de la Selección, emprendió el camino a la arena y ahí a sudar un poco.
Me dicen que a González Iñárritu de toda la vida le ha agradado hacer ejercicio y que desde sus tiempos como vicepresidente del América cuando acudía al Draft de Cancún aprovechaba la mañana para ir a correr a la playa y ya luego se lanzaba a chambear para armar a las Águilas.
Así que si se trata de predicar con el ejemplo y mientras otros directivos, sobre todo de clubes, no esconden los kilitos de más, el director de Selecciones Nacionales quema rápido y con estilo el churrasco de las cenas brasileiras.
san.cadilla@reforma.com |