La nueva Novia del Mundial
 
Bien decía mi abuela que reírse de los malos ratos los hace más ligeros.

Y parece que esto también se lo dijeron a Eugenia Károlyi, mejor conocida en Brasil 2014 como "La Mujer de los Memes".

Resulta que esta rubia de ojos azules que quedó con la boca abierta durante el partido entre Brasil y México tras un disparo de Andrés Guardado, portando la playera del Tri, provocó una cascada de imágenes en redes sociales (inocentes, chistosas y hasta en doble sentido), y no tardó en ser identificada como una célebre reportera venezolana, sí, VE-NE-ZO-LA-NA, quien retuiteó durante horas varias imágenes en las que se burlaban de ella.

"No aguanto la risa con todos los comments y memes de mi cara de... El mejor partido de mi vida! VAMOS MÉXICO! Los amo", escribió en uno de ellos.

Tal fue el impacto que causó su expresión después del disparo de Guardado al 90', que confundiendo el gesto con las asombrosas paradas de Memo Ochoa, algunos hasta recomendaron a los mercadólogos lanzar una campaña publicitaria en la que participen el portero y la periodista. Un éxito asegurado, dicen.

Y mientras unos la reconocían como la nueva "Novia del Mundial" o como más mexicana que Paulina Rubio o Lucerito, otros, entre ellos varios futbolistas como Javier Aquino, Ángel Reyna, Jorge Enríquez, Luis Michel, Cirilo Saucedo y hasta el mismísimo Decio de María se unieron a su red de seguidores.

Lo malo es que me dicen que resultó ser ajonjolí de todos los moles, pues esta no es la primera vez que asiste a un estadio con una playera que no es de su Selección. Así que les recomiendo no hacer mucho caso al mensaje en el que desea que México se corone como campeón del mundo, pues a lo mejor nos sale la próxima semana en el partido de Bosnia y Herzegovina contra Irán apoyando a los asiáticos.

 
 
Con todo y guía
 
Aníbal Zurdo no quiere que lo agarren en fuera de lugar y para ello ya "contrató" a un guía de turistas en México.

A pesar de que el fichaje de Cruz Azul nació en Tabasco, no recuerda nada del País ya que apenas a los cuatro años de haber nacido se lo llevaron a España y ya no disfrutó ni del mariachi ni del tequila.

De hecho, al escuchar el acento del delantero cualquiera diría que es español de no ser porque el acta de nacimiento lo delata.

Por ello, ni tardo ni perezoso, ya le pidió a su primo Emiliano, quien lleva dos años trabajando en La Madre Patria, que se retache a México para que lo ayude a aclimatarse y lo acompañe por las tardes, al menos hasta que la esposa del jugador, Laura, y sus hijos Aníbal y Borja, lleguen en un mes para acompañarlo en su primera experiencia futbolística con sus compatriotas.

 
 
san.cadilla@reforma.com