Pues finalmente el abandono de los culeros de la agencia de viajes sí tuvo su costo, pero pensando positivamente todo sale bien.
Una vez que vi que me quedé abandonado lo que hice fue ir al restaurante donde habíamos dejado las botargas y comerme ahí unos sándwiches de jamón y queso. Nada extraordinario pues por acá no es como en México que le ponemos aguacatito, cebolla, jitomate, salsa y demás. No, la verdad es que muy austero, estilo europeo, pan, jamón y queso, nada más.
Lo que sí me encantó fue que los acompañé con unos Cheetos que ni tienen la forma que en México ni mucho menos el sabor. Sin embargo, sí me gustaron bastante, buscaré más los próximos días para aprovechar.
La cosa fue que en el restaurante aproveché para escribir la crónica de ayer y "feisbuquear" un rato. Bendita comunicación moderna, encontré a unos amigos de la secundaria que andaban por allá en Natal y como ni mandado a hacer están hospedados en el mismo hotel que nosotros acá en Recife.
Le hablé por teléfono a uno de ellos y muy amablemente se ofrecieron a pasar por mí. Ellos habían rentado una van y perfectamente había espacio para mí, con la ventaja además que venían bien armados con una de tequila, otra de whisky y muchos hielos y refrescos.
Así es que el "ride" fue de lujo aunque carisísimo. Nos cobraron 4 mil reales, que son aproximadamente 20 mil pesos. Esto entre 4 aun así se convirtió en el taxi más caro que he pagado en toda mi vida. Ni modo, salió caro el abandono como lo mencioné.
El día de hoy transcurrió muy tranquilamente, sobre todo porque el hotel en el que estamos ni siquiera está en Recife sino en un pueblito llamado Porto de Galinhas alejado de todo ajetreo citadino, algo así como Tecomán, de hecho me quedó la duda si no habrá una sucursal de las hamacas del mayor, jaja.
Al rato iremos a comer a una churrascaría auténtica brasileira, esperemos que supere las expectativas o que esté aún mejor que Mr. Pampas o el Scratch du Ouro.
En la noche ya conseguimos boletos para el partido Japón-Costa de Marfil, el cual no alcanzaré a mencionar en la edición de hoy pues es a las 22:00 tiempo local, lo que hará que de aquí a que salgamos no tendré tiempo de reportar.
Ojalá que esté bueno, por lo pronto nuevamente tenemos boletos de Hospitality, que es la zona del estadio en donde la comida y bebida están incluidos. La manera más positiva de verlo es que estaremos en una fiesta con barra libre por 120 dólares, la cual incluye un partido a muerte entre dos naciones que si quieren trascender en este mundial, hoy es cuando puedan lograr sus puntos más seguros.
@hungaro_camara |