DÍA 2: La vida es fácil. No se necesita de mucho para disfrutarla. Sólo es cuestión de actitud y de la oportunidad correcta. Hoy por ejemplo nos hicieron levantarnos a las 3:00 de la madrugada luego de una fiesta prolongada anoche.
Desde las 3:50 ya estábamos arriba del camión y, por distintas circunstancias (entre ellas una terrible desorganización) salimos hasta las 4:50 de Recife rumbo a Natal.
El tráfico en Natal y una vergonzosa desinformación de la Policía local nos hicieron que el viaje pronosticado en 4 horas se llevara casi 5 horas y media.
La lluvia no ayudó en lo más mínimo. Tuvimos que cargar las botargas que nos mandamos a hacer por más de un kilómetro, pero finalmente tomamos la mejor decisión: no utilizarlas.
Obviamente con la lluvia las cámaras de televisión se "escondieron" y el ambiente no era de fiesta, más bien todos queríamos resguardarnos del clima inclemente e ingresar al estadio lo más pronto posible.
Puerta A, B, C, D, F... hasta que finalmente en la H nos dejaron ingresar; nadie sabe, nadie supo. Toda una estupidez. Ya que entramos por ese acceso, dándole tres cuartos de vuelta al estadio por la parte de afuera, lloviendo, descubrimos que nuestros lugares estaban a 14 escaleras de donde entramos.
Honestamente en Sudáfrica pensé que los que habían contratado eran tontitos, pero ahora comprobé que el problema es la falta de capacitación a la gente local por parte de FIFA. En fin. Si traes tiempo suficiente todo esto pasa a segundo término y se convierte en parte de la aventura, así es que hoy no nos afectó la falta de organización.
El partido fue muy sufrido. Ignoro todavía en este momento si los errores arbitrales fueron injustos, ya que en el estadio no nos dieron las repeticiones. Al momento de escribir esto aún tengo la duda si fueron en realidad fuera de lugar, pero dudo mucho que haya un árbitro tan méndigo como para anular dos de esa forma.
Nada de eso importó cuando Oribe Peralta anotó el 1-0. Mala la costumbre mexicana de bañar a todos de cerveza, whisky, tequila o lo que tengan a la mano, pero la neta, no nos importó. Nos abrazamos, brincamos, cantamos y todo lo que hay que hacer para festejar.
Cantamos no solo el "Cielito Lindo" tan socorrido y choteado, sino que también invitamos a la concurrencia a cantar el "México Lindo y Querido", el cual fue muy aceptado y todos nos lo agradecieron.
Lastimosamente después de la fiesta y la celebración, los huleros de la agencia de viajes nos abandonaron a nuestra suerte en Natal, por lo que tuvimos que regresar por nuestros propios medios a Recife. Hoy, eso no importa. México ya tiene 3 puntos y si hace las cosas correctamente calificará a una segunda ronda contra una España disminuida después de la madrina que le pusieron o de un Chile que parece más accesible.
Les digo: la vida es fácil, sólo es cuestión de actitud.
@hungaro_camara |