Unos detalles y ya.

En mis inicios como flamante pretendiente por alcanzar la fama como futbolista profesional, mis entrenadores me decían que yo pecaba de individualista... y era cierto.

Después de algún tiempo, muchos tropiezos y lecciones, entendí que en el futbol es mucho más importante el nombre que aparece por enfrente de la camiseta que el que se lleva grabado en la parte de atrás.

A lo largo de mis 22 años como mexicano, he visto al Tri dar brillantes actuaciones en Mundiales, gracias a que entendieron lo que eso significa.

Al no contar con individualidades que puedan hacer la diferencia por sus propios pies, en otras palabras, no tenemos cracks en nuestro combinado nacional, jugar como equipo y para el equipo aumentaría la probabilidad de no sólo ser un participante de la primera fase.

Hablo de avanzar a la segunda fase en un grupo donde, de antemano, ya ubicábamos a los brasileños en el primer sitio, y ayer reforzaron nuestra teoría al dar el primer paso con una discreta, pero importante victoria frente a Croacia de 3-1.

La derrota de Croacia, combinada con una victoria mexicana, hoy nos ubicaría en una posición de total independencia rumbo a la clasificación.

Pero de lo que hicieron en los partidos de preparación quedaron algunos importantes puntos pendientes que, por obvias razones, deben ser mejorados y, entre las correcciones, a mi modo de ver, estás ameritan una atención especial:
 
1. Terminar las jugadas ofensivas.

Eso evitaría quedarse mal parados y, consecuentemente, desaparecerían los espacios para el contragolpe, un arma que los africanos, croatas y brasileños utilizan eficientemente.

2. Individualizar la responsabilidad en la pelota parada.

Debido a las fracciones de segundo en que una defensiva debe reaccionar por los movimientos de su rival, la pelota parada termina por ser fatal para algunos equipos.

Nuestra Selección ha demostrado garrafales deficiencias defensivas en este renglón. Creo que utilizar la marca personal ayudaría a disminuir los errores causados por las confusiones en la marcación, indecisiones, la falta de o una tardía comunicación.

3. Arriesgar la pelota en zona defensiva.

A Miguel Herrera le gusta que sus equipos salgan jugando con elegancia y claridad desde su zona defensiva. A mi también, pero es importantísimo saber cuándo se puede, cuándo se debe y cuándo no.

Muchísimos partidos se definen más por errores que por aciertos. Estaría bien no ser parte de esta estadística.

Esa forma de jugar a la pelota en zona de riesgo jamás debe ser forzada; si la jugada no presenta un entorno favorable es poco inteligente arriesgar. No he visto a nadie anotar un gol desde la tribuna.

Ayer, los brasileños ya nos dieron una manita... no metamos la patita.

 
careca@elnorte.com