Se mimetiza Si muchos se mueren por vestirse de verde y estar al pie de la escalera del hotel de la Selección Nacional, me enteré de que alguien de adentro trató de quitarse todo lo de ese color para darse una escapadita sin tener que dar autógrafos.
Resulta que, acompañado de una bella señorita que no puedo asumir que era su pareja porque no iban agarrados de la mano ni nada de eso, el jugador Raúl Jiménez cruzó un par de calles y llegó a uno de los más importantes y grandes centros comerciales de la ciudad de Santos.
Jiménez se camuflageó para burlar a los montones de fanáticos, al vestirse todo de negro, playera y short, y aparentar que se trataba de un visitante más o hasta un ciudadano común y corriente de la sede brasileña del Tri.
La señorita, que también había andado en el entrenamiento abierto del domingo en el Centro O'Rei Pelé con chamarra de México y toda la cosa, también trató de no parecer aficionada tricolor, y así los dos anduvieron más cómodos en la visita a algunas tiendas del mall, y claro, en la platiquita alejados del bullicio del hotel de la Selección Mexicana.
Hasta donde me he enterado, no están prohibidas las salidas de los jugadores, aunque ya Herrera lo dirá cuando lea esto, pero a tres días de que empiece el Mundial para México, ya uno se dio su escapadita para orearse un rato... y eso que a las familias las iban a mandar a Recife para no causar distracciones a los jugadores, aunque ya se vio que los amigos tienen el mismo efecto.
Adiós, México Ahora que vi el vistoso anuncio animado de Nike para el Mundial y me di cuenta de que no incluyeron a la supuesta máxima estrella del futbol mexicano, que además tiene contrato con la firma -el "Chícharo" Hernández-, no pude evitar echar a volar la memoria y llenarme de nostalgia.
Por ahí de 1996, cuando la marca de la "palomita" irrumpió de manera agresiva en el mundo del futbol, también creó el concepto de juntar a sus estrellas para los anuncios comerciales, y en aquel memorable corto de "el bien contra el mal" apareció el "Brody" Jorge Campos, codeándose con cracks que entonces eran poco conocidos en nuestro país, pues no había muchas transmisiones de futbol internacional -Eric Cantona, Ian Wright, Patrick Kluivert, Rui Costa, Luis Figo, Thomas Brolin, Paolo Maldini, Ronaldo Nazario y Edgar Davids-, e incluso hasta robándoles protagonismo. Ahora en 2014, mejor caricaturizaron a Luiz Fabiano que al "Chicharito", con lo que el futbol mexicano no figura en el anuncio de la marca que encumbró a Campos.
El gran trueque Traer una máscara de luchador ya genera dudas en buena parte del territorio mexicano o en Estados Unidos porque no se sabe quién pueda estar debajo de ella, tal vez algún delincuente o algo así. Sin embargo, en Brasil, la muy mexicana tradición de portar la prenda propia del "pancracio" es todo un espectáculo y ya hasta los propios amazónicos gozan de su multicolorido.
Resulta que un brasileño, ingeniero petroquímico, se enamoró a tal grado de una máscara de luchador, que se la pidió a un mexicano que la llevaba puesta, y como no tenía otra cosa que ofrecer, la intercambió por un álbum lleno de estampas del Mundial, sí, ¡completamente lleno!
Al mexicano le brillaron los ojos cuando vio la oferta y de inmediato se despojó de la máscara y se la puso al brasileño, quien comenzó a ganar fama al hacerse pasar por turista mexicano, pero hablando en portugués y gritando "¡Viva México, cab...!" Y nuestro feliz compatriota quedó tan encantado con el trueque, que mejor se fue a disfrutar su álbum y se olvidó de estar como árbol plantado afuera del hotel del Tri esperando que alguien le diera un autógrafo.
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