"Si Jesús tropezó, ¿por qué no habría de hacerlo yo?".
Diego Maradona, letra de una canción que cantó en televisión.
A 12 días de que inicie el Mundial, el aficionado de cualquier rincón del mundo espera con entusiasmo confirmar que existen figuras redentoras en el futbol, entrenadores o jugadores mágicos que con su mera presencia en la cancha garantizan el triunfo.
En este contexto, los ojos del mundo estarán puestos en los argentinos Messi y Agüero, los alemanes Özil y Schweinsteiger, los holandeses Van Persie y Robben, los italianos Pirlo y Balotelli.
Lo mismo pasará con los españoles Iniesta y Fábregas, los franceses Ribery y Benzemá, los ingleses Rooney y Gerrard, los uruguayos Cavani y Suárez, los colombianos Radamel Falcao y Jackson Martínez, los belgas Hazard y Fellaini, los mexicanos Peralta y Peña y, en Brasil, con mucho más fervor rezan para que Neymar, David Luiz y compañía desquiten con la sexta Copa del Mundo la estratosférica inversión que su Gobierno realizó para llevar acabo esta justa, en contra de la voluntad de los brasileños más necesitados.
Y como toda figura alguna vez también fue promesa, antes de que inicie el torneo mundialista vale la pena avisar que con Bélgica debutó la semana pasada frente a Luxemburgo, con apenas 19 años, la promesa del Manchester United más importante de los últimos años: Adnan Januzaj.
Januzaj nació en Bruselas el 5 de febrero de 1995. Sin embargo, por la nacionalidad de sus padres pudo optar por las selecciones de Albania o Kosovo. Por el lado de sus abuelos, también tenía la opción de representar a Serbia o Turquía, además de ser elegible para Inglaterra tan pronto acumulara cinco años de residencia.
Y créanme, las seis naciones europeas pelearon para incorporar a este joven que se inició en las infantiles del Anderlecht y en el 2011 firmó para el Manchester United por 270 mil libras.
Tras ganar el premio "Denzil Haroun", galardón otorgado al mejor jugador del equipo reserva, en el 2013 debutó con el plantel profesional, donde a la fecha contabiliza, jugando de extremo izquierdo o enganche, 27 partidos de Liga, seis de Copa, dos de Champions y cuatro goles.
De igual forma, Bélgica, que calificó sin derrota al Mundial de Brasil, es señalado como "el caballo negro" de la competencia, porque al igual que Brasil, Alemania, Holanda y España, a veces triunfa, a vences no, pero siempre intenta atacar con insistencia, siempre mezclando el ritmo del juego y siempre demostrando afecto por el balón. Ya verá usted.
PD. Lo del "Chapito" Montes es lamentable e insustituible. La experiencia es una enfermedad que no se contagia.
Lo escrito, escrito está.
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