Dinamita
Porque no siempre las cosas salen como se planean, así sean los Mazacotes de Chicontepec o el Barcelona. Y es por eso que me gustaría presentarles a Roberto "Dinamita".
EL DEBUT Carlos Roberto de Oliveira (Duque de Caxias, 13 de abril de 1954) desde muy chico supo que sería futbolista.
Por sus innatas aptitudes goleadoras se abrió paso desde muy joven en las Fuerzas Básicas del Vasco da Gama, donde dos periodistas del periódico Jornal dos Sports, comenzaron a llamarlo el "Garoto Dinamite".
El día que debutó con el primer equipo hizo válido el apodo: se llevó a cuatro rivales y la metió al ángulo, terminando la noche con tres goles. "El chico dinamita explota en Maracaná", tituló el diario en aquel 1971.
Había nacido Roberto "Dinamita"... uno de los máximos ídolos del Vasco.
EL TRASPASO En diciembre de 1979 el Barcelona buscaba afanosamente un centro delantero tras la súbita partida de su estrella Hansi Krankl, por peleas con el DT Joaquim Rifé, a quien le bastó ver jugar dos partidos a De Oliveira para avalar su compra. "Dinamita" llegó en enero de 1980, sin ropa de frío, pero mucha seguridad.
"Me llaman 'Dinamita', por algo será", dijo en su presentación. "Mi dinamita estallará en el Camp Nou" (...) "Yo sólo puedo prometer que marcaré muchos goles" (...) "nunca he tenido ninguna lesión; más bien se lesionan los defensas que se tropiezan conmigo".
Sus impresionantes números en el Brasileirao y los casi 800 mil dólares de la época que pagó el Barsa contribuyeron a alimentar las expectativas. Además, a las oficinas del Vasco llegaron amenazas de bomba por el traspaso.
"Roberto Dinamita se pelaba de frío. No había traído una sola prenda de abrigo en la maleta", escribió Miguel Gutiérrez en su libro "Parecía un Buen Fichaje" (Editorial Corner, 2013). "En Barcelona lo recibió un enero especialmente plomizo, a juego con las perspectivas del Barsa en la Liga. El utilero, cumpliendo con su deber, le hizo el mejor regalo posible: un chándal (una sudadera) de manga larga que empezó a vestir en cada entrenamiento. No se lo quitaba a tiros".
En su debut, el brasileño anotó los dos goles con los que el Barcelona venció al Almeria. Parecía el ídolo que estaban esperando.
UN FANTASMA Al siguiente partido pasó sin ser notado, al posterior también y al otro, lo mismo.
Los desbordados elogios comenzaron a convertirse en despiadadas críticas; el severo invierno europeo parecía demasiado para el brasileño. "Este chico es un paquete", escribía la prensa.
El fantasmagórico brasileño comenzó a ser relevado y, como era de esperarse, el Barcelona se hundió en una crisis de resultados; corrieron a Rifé y en su lugar llegó el legendario técnico Helenio Herrera, quien sólo le dio un partido para comprobar lo que ya sabían: "Dinamita" en España no llegaba ni a cuete de pueblo.
El 12 de marzo el Barcelona fue goleado 3-0 por la Real Sociedad en la Copa y el brasileño fue enviado de regreso por 600 mil dólares.
EL RETORNO "Dinamita" fue recibido por los fans del Vasco como el héroe que vuelve a casa.
Varios partidos con las reservas para volver agarrar ritmo, y retornó con el primer equipo el 5 de mayo de 1980 en Maracaná, ante el Corinthians.
Como por arte de magia, Roberto volvió a encontrar la red no una, ni dos, ni tres veces... 5-2 ganó el Vasco da Gama y los cinco fueron de él.
El hijo pródigo estaba de regreso en casa después de una pesadilla llamada Barcelona.
Hasta la fecha, es el máximo goleador en la historia del club, con 698 anotaciones y, además, quien más veces ha vestido esa camiseta, con mil 100 partidos.
Sería tal el arrastre y carisma, que Carlos Roberto de Oliveira se convertiría en político, llegando a ser diputado en tres periodos diferentes y desde el 2008 ocupa la presidencia del Vasco da Gama.
Quién lo hubiera dicho...
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