Hoy inician unas Semifinales a las que algunos equipos no llegaron por haber olvidado la importancia de tener la pelota.
Particularmente en los casos del Cruz Azul y del América es evidente que su eliminación guardó una estrecha relación con ese menosprecio por la posesión del balón no sólo como primordial herramienta de ataque, sino también defensiva.
Sobre todo cuando ya tenían dos goles de ventaja, tanto en el Cruz Azul como en el América se olvidaron de ese principio ante equipos como León y Santos-Laguna, cuya encomiable vocación ofensiva se incrementó fácilmente con la complacencia de los capitalinos.
Quizá con lo sucedido en otros lares, con la respectiva eliminación del Barcelona y del Bayern Munich en la Champions League, muchos estén sacando conclusiones erróneas, pero el caso es que tener el balón sigue siendo en el futbol un factor esencial para el bien jugar.
No siempre gana el que más tiempo lo tiene, pero sí la mayoría de las veces.
En la historia del futbol, los más grandes equipos se han caracterizado por monopolizar o acaparar la posesión del balón. Porque entre mejor se maneja más tiempo se tiene y quien mejor se defiende es el que más pronto lo recupera.
Ciertamente, cuando al adversario no se le pueden ganar la pelota y la iniciativa, como al actual Real Madrid le ha sucedido ante el Bayern Munich o el Barcelona, o como al Atlético de Madrid le pasa contra muchos otros rivales, lo que procede hacer es lo que tan brillantemente han hecho ambos equipos madrileños por distintas vías y con diferentes argumentos: agruparse bien en sector defensivo y ser precisos y profundos en sus ataques para así aspirar a llegar mejor a la portería contraria aunque se llegue menos.
Ahora, en esta Fase de Semifinales del torneo mexicano, queda por verse qué tanto cada uno de los aspirantes a finalistas se empeña en apoderarse del balón.
¿Acaso no fue una pelota lo que los hizo enamorarse del juego?
Entonces, por favor, no se olviden de jugar con ella.
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