Recta final La situación está que arde en la semana final antes de que el "Piojo" Herrera defina su lista de 23 jugadores que irán a Brasil con el Tricolor, porque el giro que ha dado la Liguilla podría ayudar a uno que otro jugador y, claro, bajar del barco a otro que ya se sentía en el avión.
Me enteré que Miguel Herrera siguió muy de cerca el partido en Ciudad Universitaria entre Pumas y Pachuca porque hay un par de jugadores que todavía están en la consideración del entrenador tricolor, pero ojo, no me refiero a jugadores del equipo auriazul, sino de los Tuzos.
Según me comentan, tanto el lateral Rodolfo Pizarro como el central Miguel Herrera (homónimo del técnico del Tri) jugarán su "Final" ante el lateral de Atlas, Enrique Pérez y el cruzazulino Rogelio Chávez.
A Pizarro y Herrera podría ayudarles el estar ya en la Semifinal y en un cierre a la alza de torneo, en comparación a quienes cargaron con una eliminación temprana.
Pero si está "peliagudo" hablar de los posibles convocados, lo que parece estar claro es referirse a los que no estarán.
Cada vez suena más el río respecto a que el portero Guillermo Ochoa podría no aparecer en la convocatoria, al no existir la seguridad para él de ser titular en la Copa del Mundo. Y como él están los casos de Andrés Guardado y Javier Aquino, que están a un tris de ser descartados de una lista en la que ser "europeo" ya no garantiza un lugar en la Selección Mexicana, vaya, hasta que hubo un técnico que lo entendió.
Tuzos por un día Por un día los integrantes de la familia De Buen dejaron los colores e institucionalidad de lado para apoyar fervientemente a su hijo, quien fue parte del equipo de Pachuca que eliminó a Pumas de la Liguilla del Clausura 2014.
El domingo pasado en Ciudad Universitaria los progenitores de Diego, de origen auriazul y quien fue dejado ir por una falta de visión del ex directivo Alberto García Aspe que tuvo que vendérselo al Puebla y quien hoy es jugador tuzo, presenciaron el encuentro junto a los seguidores hidalguenses, todo con tal de apoyar sin ningún problema al cuadro visitante.
No es que con esto los familiares del futbolista hayan cometido un pecado capital, sobre todo su papá Luis, quien es director general de la escuela de fuerzas básicas "Pumitas", simplemente antepusieron el lado familiar y de paso se evitaron ser molestados por los fieles felinos, quienes suelen amedrentar a los seguidores visitantes que se ubican fuera de la tribuna designada.
Y aunque Diego ya entró en la recta final del encuentro, sus progenitores no se guardaron las emociones y dejaron que la pasión por el Pachuca fluyera a la par de los cuatro goles que le dieron el pase a las Semifinales.
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