Amables aficionados: faltan 15 días para la elección de colegiales y los equipos de la NFL finalizan ya sus listas de prospectos a escoger.

No hay en esta ocasión mariscales con estampa de seguridad, hay varios con posibilidades interesantes como Blake Bortles, Teddy Bridgewater, Johnny Manziel y Derek Carr, pero ninguno salta de la lista.

Sí hay elementos seguros en otras posiciones, Jadeveon Clowney es un talento impresionante como ala defensiva y se irá dentro de los primeros tres seleccionados.

Ya habíamos mencionado en este espacio a Greg Robinson y Jake Matthews como los mejores tacles ofensivos; Sammy Watkins y Mike Evans encabezan el listado de receptores abiertos, mientras que Khalil Mack, por mucho, es el mejor apoyador disponible.

Ha Ha (sí, así se llama) Clinton-Dix y Calvin Pryor serán seleccionados rápidamente por aquellos equipos que requieran refuerzos en el sector profundo.

Houston tiene, hasta el momento, la primera selección, seguido por San Luis, Jacksonville, Cleveland y Oakland.

El evento será, como ya es costumbre, televisado por al menos dos organizaciones, una por el aire y la otra por cable, con índices de audiencia sorprendentes. Sólo como ejemplo sirva el saber que la Selección Colegial de la NFL tiene más rating que un partido de Playoff de la NBA y si seguimos por este rubro, la audiencia de cualquier juego de la NFL marca más puntos de audiencia que un partido de postemporada del beisbol de Grandes Ligas.

Una encuesta reciente de la Agencia Harris confirmó que por trigésimo año consecutivo, el futbol americano profesional ha sido aplastantemente el deporte favorito del aficionado norteamericano, con el 35 por ciento de las preferencias.

En segundo sitio quedó el beisbol de la MLB (Grandes Ligas) con 14 por ciento, en tercero el futbol americano colegial con 11 por ciento, el automovilismo se colocó en cuarto lugar con 7 por ciento, el baloncesto de la NBA siguió en quinto con 6 por ciento y el hockey profesional de la NHL alcanzó el 5 por ciento de las preferencias.

El último año en que el rating estuvo más cerrado entre la NFL y Grandes Ligas fue en 1985, cuando los primeros ganaron por un punto a las Mayores, 24 a 23 por ciento. Desde entonces ambas organizaciones han ido en direcciones opuestas.

El ser el rey de la montaña tiene dos aspectos: el bueno es estar en la cima y el no tan bueno es que estando arriba, no hay más que un solo lugar para donde ir.

Por ahora, hacemos una pausa...

 
fvonrossum@reforma.com