No cabe duda que el actual torneo es el de más bajo nivel en la ya no tan corta historia de los Torneos Cortos.
Aunque el equilibrio de fuerzas sea siempre bienvenido, en este caso el problema radica en el bajo nivel en que las debilidades e inconsistencias se van emparejando.
Porque hay de equilibrios a equilibrios, y ésta del actual torneo es una alarmante paridad entre luchadores enclenques.
Por desgracia, los innumerables aspirantes al título parecen empeñados en que el 18 de mayo no se corone el mejor, sino el menos malo.
Cualquiera vence a cualquiera en cualquier cancha no tanto porque los 18 competidores estén equilibrados, sino porque nunca se sabe cómo va a jugar cada uno, porque ninguno garantiza un mínimo de rendimiento.
Ni siquiera el Cruz Azul y el Toluca, los dos mejores que además irán hoy en pos del título en la Liga de campeones y subcampeones de la Concacaf.
Y como el principal alimento de cualquier Selección se obtiene del torneo interno, muy desnutrida parece llegar la mexicana a la Copa del Mundo de Brasil 2014.
Que la esperanza de éxito la mantengan principalmente quienes deban mantenerla, trabajando en consecuencia; pero si se tratara de apostar a que los tricolores jugarán un cuarto partido (ya no digamos el quinto), más valdría no apostarles mucho.
Porque de la entusiasmada esperanza a la cruda realidad, en este momento, hay mucho trecho, y son los mismos "luchadores enclenques" que ahora vemos en este pobre torneo quienes pelearán contra colosos de otras latitudes.
Más que abrigar esperanzas, habrá que esperar un milagro.
@rgomezjunco gomezjunco@reforma.com |