Bielsa y Vergara La anécdota ha cobrado vida y está de moda en Argentina. Marcelo "Loco" Bielsa se reunió con Jorge Vergara en los primeros meses de 2011 para ver la posibilidad de tomar las riendas de las Chivas. Eso ya lo sabían, el asunto ahora no es el qué sino el cómo.
Los detalles de la reunión se comentan en las tertulias futboleras, pero recientemente en un programa de radio argentino se ha ventilado la reunión que sostuvieron dos de los personajes más excéntricos del balompié actual.
Está en boca de todos porque Bielsa analiza una oferta del Olympique de Marsella para volver a dirigir, y la historia sirve para demostrar por qué el apodo de "Loco" no es gratuito.
En el 2011, Bielsa vino a Guadalajara con dos acompañantes para escuchar una oferta formal del Rebaño, pero como condición pidió hacer una presentación formal a Vergara, quien le dijo disponía de hora y media para negociar.
El "Loco" solicitó le dieran unas mesas, que acomodó en forma de "L" y llenó de papeles que ya traía preparados. Bielsa comenzó con una pregunta para Vergara.
- Jorge ¿Usted me conoce?
- Claro, lo conozco, es un técnico muy trabajador, me gusta su estilo y he visto sus equipos.
- No, no, no. Le estoy preguntando si usted me conoce a mí.
Vergara sorprendido y, poco acostumbrado a ser cuestionado, no lograba entender el punto.
- A ver si nos entendemos, Jorge ¿Cuánto cuesta la organización de las Chivas Rayadas del Guadalajara ¿300 millones de dólares?
- No. Un poco más. Con estadio y todo lo demás anda por los 500.
- Le voy a hacer otra pregunta ¿Cómo usted va a poner a mis órdenes 500 millones de dólares de su equipo? ¡Y no me conoce!
Vergara estaba estupefacto, pero no perdía el cool; le insistía que conocía su trabajo y pensaba que podía ser el técnico ideal.
- No, no... pero usted no puede poner 500 millones de dólares a mis órdenes, sin saber quién es Marcelo Bielsa, la persona.
A Vergara no le quedó más que darle la razón al "Loco", quien le pidió que averiguara cómo era él en realidad, pero el momento de mayor tensión estaba por venir.
- Otra cosa es que he escuchado que a su esposa, Angélica Fuentes, le gusta meterse en las decisiones del equipo. Quiero decirle, Jorge, que si vengo a trabajar acá su señora no puede intervenir.
"Omniyorch" se quedó serio, pues si algo le molesta es que involucren a su esposa, a la que siempre protege con todo su amor.
Sin embargo, no reaccionó como en otras ocasiones. Apechugó y en lugar de encender la pólvora que ya flotaba en el ambiente, le prometió que Angélica no se involucraría.
¿Final feliz? ¿Todos contentos? ¿Pruebas superadas? ¿Hora de sacar los contratos?
¡Pues no! El "Loco" todavía tenía municiones para disparar.
- Seguramente, Jorge, yo le voy a pedir jugadores ¿Cómo usted sabe que no tengo algún interés económico en esos jugadores?
Vergara comenzó a desesperarse: "Bueno, quiero creer que usted es un hombre honrado".
Entonces, Bielsa agarró los papeles que traía y comenzó a hacer una radiografía, jugador por jugador, de todo el entorno del Rebaño. Virtudes, defectos, formaciones usadas anteriormente y hasta comentarios de la forma de trabajar en Fuerzas Básicas.
Jorge se quedó anonadado del lujo de detalle que poseía Bielsa, así que terminó de convencerse y habló de lo económico.
- ¿Cuánto me costarían sus servicios como director técnico y que usted tenga el control de todo el equipo?
- No hablaremos de eso. No me preocupa en lo más mínimo.
- ¿Cómo?
- Mire, Jorge, si usted tiene 500 millones de dólares en este equipo lo que yo le pueda cobrar es una ínfima parte de ese dinero.
- "Bueno, pero tenemos que arreglar", le insistió Vergara.
- No. No tenemos que arreglar. Yo le voy a pedir que se tome 10 días para que piense realmente si quiere que yo sea el técnico y yo me voy a tomar 10 días para contestarle si yo quiero ser el técnico.
Ninguno de los personajes con los que había tratado como dueño del Guadalajara se parecía a Bielsa. Pero sabía que era el idóneo para comandar al Rebaño.
Habían transcurrido ya casi cinco horas y se despidieron de mano Vergara y Bielsa.
A los 10 días, Jorge llamó al "Loco" y la respuesta que escuchó lo sorprendió aún más.
"Jorge, he decidido que yo no soy el técnico idóneo para dirigir a su equipo". Pese a que Vergara trató de persuadirlo, no lo hizo cambiar de opinión.
Y esta es la historia de cómo Bielsa NO fue el técnico del Guadalajara.
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