Por fortuna, también existe la Champions League.
Como refrescante pausa, como bienvenido respiro tras la mediocridad y la inconsistencia en las que sigue lastimosamente navegando la Liga MX, podemos disfrutar con otro tipo de partidos y muy diferente nivel de futbol.
Ayer, al iniciar la Fase de Cuartos de Final de la Liga de Campeones, ya pudimos apreciar la enorme calidad del Bayern Munich, la competitividad del Manchester United incluso estando lejos de su nivel óptimo, el indeclinable respeto del Barcelona por el buen juego, y la inigualable capacidad del Atlético de Madrid para impedir que cualquiera juegue.
Ahora, veremos si el Real Madrid confirma su condición de claro favorito ante el Borussia Dortmund, y quién da el primer paso en el duelo que en teoría se presentaba como el más equilibrado de todos, entre el París Saint-Germain y el Chelsea.
Después, realizando el adecuado cambio de frecuencia, en la noche veremos qué tanto aprovecha la Selección Mexicana su "amistoso" enfrentamiento con la estadounidense.
Más les vale aprovecharla al máximo, porque ésta es una de las pocas pruebas de preparación que les restan a los tricolores rumbo a la ya cercana Copa del Mundo.
Al observar ese partido, no podemos soslayar que a final de cuentas el nivel de la Selección, del "equipo de todos" tradicionalmente explotado por unos cuantos, guarda una relación directa con el nivel de nuestra Liga.
Mientras ésta no se eleve, tampoco puede pedírsele mucho al máximo representativo del futbol mexicano.
A nosotros, por lo tanto, sólo nos resta disfrutar del buen futbol cuando se produce por estos lares, y de vez en cuando gozar con otro tipo de exhibiciones generadas en lejanas latitudes.
Porque nos tocó tener muy cerca la Liga MX, pero afortunadamente también existe la Champions League.
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