foto
Destinos opuestos
Francisco Javier González | 31-03-2014
en CANCHA
compartir por:
José Luis Real volteó a su banca y encontró un kinder. De todos sus jugadores suplentes sólo tenía a uno con experiencia: Omar Esparza, con 26 años. La de los demás oscilaba entre los 18 y 21 años. Y entre todos, no alcanzan a reunir un pequeño puñado de partidos en Primera División.

Real volteó a las porterías y vio en una a Moisés Muñoz. Experimentado, eficaz y seleccionado nacional. Apagó los dos o tres intentos importantes que generó el Guadalajara durante sus buenos, pero breves minutos de lucidez, que no habrán llegado a la media hora en el Clásico de ayer.

En el otro arco, una promesa. José Antonio Rodríguez jugaba su primer Clásico y pagaba con creces su derecho de piso. Por lo menos en dos de los cuatro goles que recibió pudo haber hecho más. Echando a perder se aprende.

José Luis Real volteó al marcador y vio con amargura las cifras que resultarían finales. Faltaba un largo rato para el silbatazo final y en este deporte no se puede tirar la toalla como así sucede en otros.

Otra de sus miradas habrá sido a la tribuna.

Cayendo el cuarto gol se desocupó la cuarta parte del estadio porque no cualquiera se queda a resistir una humillación, cuyo mejor futuro era no recibir más goles.

En conclusión, las cuatro bajas con que llegó al partido, los rostros juveniles en su banca y la grosera superioridad del adversario hicieron mirar al técnico de Chivas hacia su propio interior. Real sabe que juega con lo que tiene y con eso no se puede; no alcanza siquiera para perder como se debe: apretando los dientes, pegando algún grito, dando una patada.

Más molesta la resignación que la goleada.

Del otro lado, parecería que el América firmó un pacto interno ante el riesgo que corría Antonio Mohamed.

Comparando al América que jugó contra Veracruz la semana pasada y el que hizo tal cual las Chivas, podría asegurarse que se trata de otro plantel.

Las Águilas del Clásico fueron decididas al ataque, jugaron con un sólo contención natural, ganaron el mano a mano, tiraron de lejos y fueron intensas.

Individualmente varios de sus jugadores dejaron de ser un desastre. Quisieron jugar como ya lo habían olvidado y manejaron el partido crucial a su antojo. Hasta Sambueza, su chico rebelde, le ofreció sonrisas al árbitro.

Lo devastador que fue para Chivas el Clásico, fue reconfortante para el América. Le compone el futuro porque su presente lo vive desde el cuarto lugar. Nada mejor para enfrentar su Clásico del sábado contra Cruz Azul.

Pocas veces el Clásico da y quita tantas cosas. Las consecuencias del jugado ayer son de alto alcance.

 
@fj_TDN
 
fjgonzalez@reforma.com
 
 
 
 
compartir por:
C.P. por la Universidad La Salle. Ingresó a los medios a los 14 años. Trabajó en radio y en 1985 ingresó a Imevisión, hoy TV Azteca, donde permaneció 16 años. Ha ocupado, entre otros cargos, la Jefatura de Deportes de TV UNAM, de Noticiarios Deportivos de Imevisión, la Gerencia de Deportes de Grupo Acir y, actualmente, las direcciones de contenidos de Estadio W y de Estadio W para la cadena SKY. Ha cubierto 7 Mundiales de fútbol y 4 Olimpiadas.
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Francisco Javier González?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
El día de la nueva ley
27-03-2014
La misión del 'Chaco'
20-03-2014
El reloj en ceros
17-03-2014
La pobre Franja
13-03-2014
Paseo por el infierno
10-03-2014
La madrastra del Tri
06-03-2014
Azul esperanza
03-03-2014
Gracias, Oswaldo
27-02-2014
Creer o no creer
24-02-2014
Ni muy muy ni tan tan
20-02-2014
Prestigio libertador
13-02-2014
'Chucho' Domínguez
10-02-2014
Autogol directivo
06-02-2014
Simplemente Carlos
03-02-2014
Sólo es un ensayo
30-01-2014
Siempre hay manera
27-01-2014
Indiana puma
23-01-2014
Jugando por un sueño
20-01-2014
Otras columnas
San Cadilla
SAN CADILLA