Más broncas a la vista Y sigue la mata dando.
Por si los problemas con Puebla, Jaguares y Querétaro no fueran suficientes, el fin de semana se sumó Celaya, un equipo que realmente vive situaciones de película... pero de horror.
Aunque jugadores y cuerpo técnico han mantenido estos temas en lo oscurito, ante la falta de pagos y de condiciones para entrenar, han comenzado a saltar una cantidad de irregularidades que no son dignas de una Liga que hace dos años proclamó una reestructura y que ahora no puede tener una División de Ascenso saneada.
Resulta que los jugadores del Celaya tienen que comer y cenar en tiendas de conveniencia, porque sólo les alcanza para dos hot dogs y una bebida, o para aquellos que quieren llenarse, pero sin nutrirse, la sopa que se preparara con agua caliente es una de las mejores opciones.
Cuando viajan, lo hacen en condiciones paupérrimas, y la directiva apenas alquila cuatro o cinco cuartos de hotel, que ni a tres estrellas llegan, para que el equipo se acomode unos con otros, porque sólo le toca cama a los que van a salir de titulares y a los otros, incluido el cuerpo técnico, pues suelo y nada más.
El agua ya les llegó al cuello, no saben hacia donde hacerse por temor a quedarse sin este trabajo, el que cuando menos tiene el consuelo de una promesa de pago.
Pero en menos de lo que se imaginan, ya viene otro problema para la Liga de Ascenso, ahora encarnado en las Ballenas Galeana de Morelos, a las que también les adeudan varias quincenas.
Polos opuestos Mientras el Puebla, los Jaguares y Querétaro rascan sus bolsillos para pagar hasta la luz, el Veracruz se da el lujo de viajar con todas las comodidades.
Y es que nueve de los integrantes del equipo acudieron el miércoles a Tuxtla Gutiérrez en el avión que, ahí humildemente, el dueño les hizo favor de prestarles, todo con tal de que pudieran entrenar en el Puerto en la mañana y ya entrada la tarde acudieran al compromiso de la Copa MX.
Aquellos que partieron un día antes tuvieron que irse en autobús, pero no crean que le sufrieron mucho ya que hasta ese medio de transporte era de primera clase, pues está tan equipado que sólo tiene lugar para 16 personas, con espacio hasta para echarse una partida de dominó.
Cuentan que es tal la comodidad del camioncito que incluso el técnico José Luis Sánchez Solá regresó a Veracruz en él durante la madrugada para estar a primera hora en el Puerto y enfocarse en la permanencia en la Primera División antes de que les llegue el agua al cuello.
Sacan el cobre Los que parece que no van a entender nunca son los de la Sangre Azul.
La principal barra de animación de La Máquina ya pudo ocupar una parte de la zona donde suele ubicarse en la cabecera norte del Estadio Azul, desde el cotejo ante Toluca, pero al siguiente duelo mostró de nuevo el cobre.
El sábado pasado en el choque con el Tijuana, se pelearon entre ellos y todo porque algunos ya no alcanzaron lugar en la zona que ocupa tradicionalmente esta barra.
Y es que no obstante que nunca les prohibieron la entrada al inmueble para este Clausura 2014 tras haber invadido la cancha luego de la vuelta de Cuartos de Final del torneo pasado, y de que sólo tardaron dos cotejos para volver a ocupar una parte de ese lugar, pronto se les olvidó la buena conducta.
Todavía pudiera pensarse que pues no iban a ver a su Máquina, pero ya estaban adentro, lo único que tenían que hacer era fletarse el duelo desde la sección de General de esa cabecera, en vez de la de Preferente, que tarde o temprano, terminarán de ocupar.
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