Hace unos días un incidente en partido de la Bundesliga fue noticia por extraordinario. Después que el árbitro cobró un penalti a su favor, el delantero Aaron Hunt del Werder Bremen le confesó que había fingido la falta y la pena máxima fue anulada.

Aunque engañar al juez está especialmente castigado y la conducta antideportiva también, "10 mandamiento" éticos no alcanzarían para normar a los jugadores en la cancha. Imagínense la lista escrita en los vestidores y antes de saltar a la cancha los dos planteles leyéndola a coro cual ceremonia olímpica.

(I) No le tirarás de la camiseta a tu adversario cuando disputan la posición para hacer contacto con el balón en un tiro de esquina.

(II) No insultarás a tu rival para que se salga de sus casillas y te lance un puñetazo o un puntapié, ni le dirás "negro" a tu adversario negro, ni te acostarás con la esposa de tu compañero de Selección.

(III) No usarás alfileres u otros objetos punzocortantes para quitar a tus rivales de una barrera en un tiro libre, como lo hacían en los 70 los jugadores del Estudiantes de la Plata de Argentina.

(IV) No pondrás tus manos, brazos o antebrazos en la trayectoria de la pelota con cara de inocente y reclamarás al árbitro: "¿Por qué me cobra penalti si fue sin intención? O ¿Por qué me anula el gol si la metí con la cabeza?".

(V) No te tirarás al piso revolcándote de dolor, sobándote una pierna y gritando desesperado para provocar una tarjeta o para perder el tiempo y mantener el resultado.

(VI) No levantarás la mano pidiendo un fuera de juego mirando al juez de línea y buscando su complicidad para tapar tu falta de reacción o tu incapacidad para detener al adversario.

(VII) Cada vez que ejecutes un tiro libre o un saque de banda lo harás exactamente desde el mismo lugar en que se produjo.

(VIII) Cuando te toque formar parte de la barrera le exigirás a tus compañeros que no se adelanten ni un centímetro y menos antes de sonar el silbato.

(IX) Si eres portero y te cobran penalti no le dirás cosas por lo bajo a tu rival mientras le entregas la pelota para que la coloque en el punto de lanzamiento. No tratarás de sacar ventaja dando un paso adelante antes que le pegue al balón, pero si lo haces y paras el disparo le pedirás al árbitro que repita la pena.

(X) No te harás zancadillas a ti mismo ni te dejarás caer al primer contacto, cual ajusticiado, buscando que el árbitro cobre una falta a tu favor. Sigue el ejemplo de Hunt (o de Miroslav Klose, que renegó de otro penal en 2012 jugando con la Lazio).

Posiblemente no alcanzarán las paredes del vestidor para incluir todos los posibles "pecados" de la cancha. Pero si no existieran, los partidos no se parecerían a la vida misma y serían, como diría Franz Beckenbauer, tan aburridos como el juego del Barsa.

 
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