Se entiende que haya tanto interés y tensión por retener a cada una de las franquicias que peligran por parte de sus propietarios. Son montos económicos muy importantes para quienes, por cierto, se quejan consistentemente y extrañamente de que el futbol no es un negocio.
Lo que está resultando inadmisible es la cascada de palabrería que de desgaja para tratar de presionar a árbitros, directivos y opinión pública. Atlante, Veracruz y Puebla, están trastornados y captan la atención por sus sospechas, acusaciones y suposiciones sobre múltiples conspiraciones en su contra.
De su mediocridad, nadie expresa una palabra. Nada opera con menos eficacia en esta Liga MX, que el mentado Código de Ética. A nadie le importa, nadie lo respeta y las consecuencias son de risa para los "afiliados". Los dirigentes implicados en el descenso, se vuelven un grupo de guerrilleros que apuntan y disparan hacia todos lados para encontrar culpables. Lo que menos hacen es ser autocríticos acerca de las muy gordas y sólidas cadenas de errores que les han puesto al borde del precipicio durante tantos meses y en base a tan pésimas decisiones.
Pobre árbitro el que saltará a la cancha para el Veracruz contra Atlas el próximo sábado. Imagínese en su piel. Haga lo que haga, el vencido dirá que se conspira contra él. Sobran los textos y palabras para describir la falta de solidaridad entre los miembros de este particular club de socios.
Lo más importante es defender una postura según la circunstancia y posición que ocupen, aunque uno o dos años atrás, hayan defendido exactamente en sentido contrario cualquier punto de vista. Es muy sano el debate, la polémica, el cruce de palabras con argumentos futbolísticos, pero lo que se está dando en torno al descenso, es peor que un enfrentamiento de mercado.
Y lo que falta en el tema de la Selección Nacional. Ya aparecen las solicitudes de "trajes a la medida" por las convocatorias para los juegos de preparación. Los que juegan Libertadores y Concachampions, también empezarán a cuestionar los procedimientos y fechas que en algún momento apoyaron.
La más pura de las amnesias futboleras está por venir en forma de descalificaciones, acusaciones e intrigas. El universo conspira contra el mediocre. Ponga atención, el que descienda dirá que hasta "El Chapo" ha tenido que ver.
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