Con mi equipo hasta la muerte
A Abdón Porte le decían "El Indio".
No era considerado ofensivo. Tenía facciones duras, su futbol era rudimentario y había nacido en 1880 en la provincia de Durazno, Uruguay, donde se había enamorado de ese nuevo furor colectivo que llamaban futbol y que había llegado por medio de los ingleses.
En 1908 arribó a Montevideo para cumplir su sueño de ser futbolista, y logró que el Colón Futbol Club le abriera las puertas en 1910.
Jugaba de "back derecho", y en 1911 tuvo un fugaz paso por el Club Libertad y después llegaría al Club Nacional de Football, donde debutó el 12 de marzo de 1911.
Hay amores a primera vista, y Porte se enamoró profundamente de este club... y los aficionados se rindieron ante él.
"Era un típico hombre defensivo de estilo combativo; tenaz 'centre-half' de un período brillante del futbol oriental. Era notable, con virtudes y cualidades extraordinarias, defensivas y de colaboración, bien conocidas y recordadas por mucho tiempo por los aficionados de antaño. Era un muchachón bueno, 'amigo de los amigos'; gauchazo para hacer bien. Manso en la cancha aunque lo rompieran a patadas", escribió Luis Scapinachis en su libro "Gambeteando Frente al Gol", de 1964.
Porte se entendió de maravillas con otro defensa, Alfredo Foglino, y se volvió el capitán del equipo, luego de que lo recorrieron al medio campo.
"El Indio" se convirtió en el ídolo de la tribuna, era el más ovacionado y el que tenía más admiradores en una época brillante del Nacional.
Con él comandando la media cancha, su club ganó cuatro campeonatos uruguayos, cuatro copas competencia y cinco copas de honor, por lo que no tardó en llegar la Selección.
En 1917 formó el medio campo de Uruguay que ganó la Copa América. Abdón no podía vivir más pleno.
EL TIEMPO Infeliz villano es el tiempo que todo lo acaba, y comenzó a hacer mella en sus cualidades.
Para la temporada 1918, a sus 38 años, ya no cubría el mismo terreno ni podía terminar los partidos con la misma intensidad.
Después de una derrota 3-1, el 4 de marzo, la directiva del Nacional se reunió por la noche y decidió un movimiento que inyectaría nueva vida al equipo: recorrerían a Alfredo Zibechi al medio campo y "El Indio" iría a la banca.
EL DESCUBRIMIENTO La mañana del 5 de marzo, Severino Castillo llegó como todos los días a cuidar el pasto de la cancha del Parque Central, donde jugaba de local el Nacional.
Vio un bulto tirado exactamente a medio campo, y pensó que algo había quedado olvidado del partido del día anterior.
Cuando se acercó más, el jardinero se aterrorizó al percatarse que se trataba de un cuerpo humano, y entró en shock al descubrir que se trataba de Abdón.
Tras enterarse que sería sustituido por la junta directiva, esperó a que todos se durmieran y se coló al estadio para darse un tiro en el pecho vistiendo la camiseta del club.
"El revólver que yacía al lado del cuerpo, ya ensangrentado, le dio al investigador toda la magnitud del suceso. El tiro había dado de lleno en el corazón, produciendo, como es de presumir, una muerte instantánea. Movido el cuerpo, se encontró a su lado un sombrero de paja, bajo el cual Porte había colocado dos cartas: una dirigida al presidente del Club Nacional y la restante, a un miembro de su familia", reportó la prensa de Montevideo.
Sus compañeros y amigos no lo podían creer. La noche anterior en la reunión con la directiva se había despedido con bastante naturalidad y sin dramas, pese a haberse enterado que por primera vez sería suplente. Pero las cartas póstumas, de su puño y letra, no dejaron lugar a dudas.
Querido Doctor Don José Maria Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mí como yo hice por ustedes: hagan por mi familia y por mi querida madre. Adiós querido amigo de la vida.
Abdón Porte.
Posteriormente, incluyó un poema.
"Nacional aunque en polvo convertido Y en polvo siempre amante. No olvidaré un instante Lo mucho que te he querido Adiós para siempre. En el Cementerio de la Teja con Bolívar y Carlitos" LAS INVESTIGACIONES Las investigaciones policiacas confirmaron que Porte se había suicidado. Al salir de la reunión había hecho tiempo alrededor del estadio, y a las 2 de la madrugada los vecinos habían escuchado la detonación.
"En ninguna de las cartas referidas concreta el motivo de su determinación. Es pues, lo más aceptable, creer que se trata de un momento irreflexivo, provocado por una enfermedad de carácter nervioso", decía el reporte policiaco.
A su velorio acudieron miles de personas que le lloraban al ídolo. Le cumplieron su deseo de enterrarlo junto a los hermanos Céspedes, históricos referentes del Nacional que habían muerto 13 años atrás a causa de la viruela.
"¡Ha muerto el Indio, el querido Indio! Está quieto en el medio de la cancha, en el medio del Parque, ¡Ha muerto Abdón Porte!, ¡Ha dado la vida por Nacional!", le declamaban.
Porte estaba a 3 meses de casarse y tenía familia; por eso, el Nacional jugó un partido benéfico a sus deudos contra el Wanderers apenas cinco días después de su muerte.
OBJETO DE CULTO Horacio Quiroga se inspiró en este hecho para escribir un cuento corto que llamó "Juan Polti, half-back", para algunos uno de los mejores de futbol de la autoría del escritor uruguayo.
En 1963, esta historia inspiró la película argentina "Pelota de Cuero", dirigida y protagonizada por Armando Bó, aunque el personaje principal jugaba para el Boca Juniors.
Los aficionados del Nacional idolatran a Porte con un fervor casi religioso. Una tribuna del estadio lleva su nombre y en cada partido sale una manta gigantesca en la que se lee "Por la sangre de Abdón".
"¿Por qué se mató? Porque anidaba en su corazón y en todo su ser el deseo de vestir siempre la tricolor, y cuando empezaron a flaquearle las piernas cargadas de victoria, ante la cruel perspectiva de ser eliminado del conjunto, optó por eliminarse", escribió Scapinachis.
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